La Kawasaki Z900RS se presenta como la única integrante de la oferta retro del gigante de Akashi. Esta moto está basada en la Z900, evolucionando para mejorar algunos apartados.
La Z900RS, es digna sucesora de la Kawasaki Z1. En la parte frontal, aparecen dos esferas analógicas y sigue un depósito, inspirado en la Z1 original, hasta el diseño de la cola de pato de su zaga, donde se ubica un piloto con LED ovalado, en homenaje al icónico modelo de los 70.
Motor
El propulsor proveniente de la actual Z900 es un 4 cilindros en línea, con refrigeración líquida, doble árbol de levas en cabeza y 16 válvulas. Se ha rebajado un poco la potencia máxima, declarando unos 111 cv a 8500 rpm (frente a los 125 de la Z), mejorando su respuesta a medio régimen, donde entrega 98,5 Nm a 6500 rpm.
Como novedad la Kawasaki Z900RS, porta control de tracción, con tres niveles (1-2-OFF) y dos modos de pilotaje. El primero de ellos, más deportivo, en el que prima la aceleración y una entrega de potencia más agresiva que, permite llegar a levantar rueda, cuando retorcemos el puño del gas, interviene en situaciones límite, o de riesgo. El segundo de los modos, más intrusivo, está enfocado a un uso más seguro y dirigido a condiciones de adherencia comprometida. Por el contrario, si lo que buscamos es la máxima respuesta del “tetra”, existe la posibilidad de desconectarlo.
Incorpora también embrague anti rebote, para prevenir posibles bloqueos de la rueda posterior al reducir marchas. Escape 4 en 1 en acero, realizado en una sola pieza.
Chasis, suspensiones y frenos
El chasis tubular, heredado de su hermana, ha sido modificado para poder ubicar en la posición correcta el nuevo depósito de 17 litros, inspirado en el diseño original de la Z1, y culpable en gran medida de la imagen y resultado final de la moto.
El equipo de suspensiones formado por una horquilla invertida Kayaba de 41 mm, totalmente ajustable, y un mono amortiguador horizontal Back-link (ajustable en extensión y precarga de muelle) anclado al basculante de doble brazo.
El apartado frenos se mejora, frente a la Z900, al montar pinzas de freno radiales Tokico de cuatro pistones, junto a una bomba también radial, mordiendo los dos discos semiflotantes de 300 mm. Detrás una pinza de un solo pistón actúa sobre el disco de 250 mm. Como no podía ser de otra manera en los tiempos que corren, incluye sistema ABS (obligatorio).
Las llantas de 20 brazos planos, montan neumáticos Dunlop GPR-300S con medidas, 120/70 ZR17 delante y 180/55 ZR17 detrás.
Más detalles
Otra de las novedades que introduce la Z900RS, frente a la Z900, es la iluminación mediante LED en la parte delantera, aunque su redonda óptica se encarga de respetar su imagen retro. Sobre el faro se ubica un panel de instrumentación, formado por dos esferas analógicas y una completa pantalla LCD central (cuentakilometros total y dos parciales, indicador de marcha engranada, indicador de combustible, autonomía, consumo actual y medio, temperatura…) que ofrece la posibilidad de ser sustituida por un panel de indicadores con una línea más “old school”. Un ancho y elevado manillar invita a una postura de pilotaje bastante erguida y contribuye a ejercer la palanca necesaria para mover, de curva en curva, los 215 kg declarados para la Kawasaki Z900RS.
Características Kawasaki Z900RS
Motor: 4 cilindros en línea, refrigeración líquida, 948 cc
Alimentación: Inyección
electrónica
Caja
de cambios: 6 velocidades
Potencia: 111
cv a 8500 rpm
Par
motor: 98,5 Nm a 6500 rpm
Chasis: Tubular
de acero
Basculante: Doble
brazo
Suspensión
delantera: Horquilla invertida Kayaba de 41 mm
Suspensión
trasera: Mono amortiguador horizontal Back-link
Freno
delantero: 2 discos 300 mm y pinzas Tokico de cuatro
pistones y anclaje radial + ABS
Freno
trasero: 1 disco de 250 mm y pinza Tokico de 1 pistón + ABS
Llantas: Aleación
de 20 brazos 17”
Neumáticos(del-tras): Dunlop
120/70ZR17 – 180/55ZR17
Altura
del asiento: 835 mm
Distancia
entre ejes: 1470 mm
Dimensiones
(L x An x Al): 2100 x 865 x 1150 mm
Capacidad
de depósito: 17 litros
Peso
declarado: 215 kg
Equipamiento: Control
de tracción, embrague anti rebote, sistema ABS, iluminación LED, pantalla
multifunción LCD.
El problema que tienen muchas motos retro, es que para serlo, tienen que plegarse a muchos parámetros estéticos que realmente van contra la dinámica y la usabilidad de una moto actual. Sin embargo, en Kawasaki han sabido sortear estos problemas de habitabilidad y dinámica manteniendo una preciosa estética “retro racer” que hace girar las cabezas allá por donde vayas, además de mantener el ADN inseparable de cualquier Kawasaki deportiva setentera.
Un motor cuatro en línea con estética clásica (mantiene el aleteado de los cilindros, por ejemplo) pero con toda la tecnología moderna (refrigeración líquida, 16 válvulas, electrónica, etc… por ejemplo, embrague anti rebote, acelerador electrónico con doble mariposa en la inyección, dos modos de control de tracción o ABS. En cuanto a la parte ciclo, el estrecho, compacto y ligero chasis se combina con la horquilla invertida delantera de 49 mm multi regulable (compresión, extensión y precarga) y un amortiguador trasero lateral regulable pre carga y extensión, además, su posición lo hace especialmente accesible para poder ajustarlo sin necesidad de meter las manos entre el chasis del basculante, operación siempre algo sucia.
En cuanto a los frenos, doble disco delantero de 300 mm con pinzas radiales monobloque de cuatro pistones y detrás uno de 250. El asiento es cómodo y acolchado, además de contar con una toma de corriente.
Kawasaki, ha desarrollado un escape también 4 en 1 muy similar al que instalaban los aficionados más radicales años atrás. Además, su estética estimula también las colas cortas más deportivas de los años de la Z1, aunque por supuesto todo está controlado por sensores, electrónica, catalizadores y tranquilizadores instalados en la gran marmita bien disimulada bajo el chasis.
Mayte, prueba la moto y esta es su opinión:
Al ver esta Kawasaki, por primera vez, me ha resultado un poco extraña su imagen y su estilo, acostumbrada a las modernas “R’s”, nakeds o trail, me ha descolocado un poco su estilo, pero vamos a probar esta clásica/moderna.
Lo primero que me llama la atención al subirme a ella es su peso, manejable, al verla no me dio esa sensación, la posición es realmente cómoda, algo sobre lo que temía, habiendo probado alguna otra clásica de la competencia con semi manillares bajos, estriberas altas y chasis largos.
El manillar simula ser un cinco piezas, pero es alto y la triangulación con las estriberas la hace cómoda. El frontal protege lo suficiente para moverte en carretera o viajando. El cuadro que combina relojes analógicos, similares al cuadro del modelo original, con una pantalla digital en medio para todas las chuches electrónicas.
Llegó el momento de arrancar, llave de contacto, pulsador y su motor, suave y progresivo, empieza su melodía del rugir del 4 en línea, para que recuerdes aquellos motores de aire deportivo de finales de los 70 (eso lo comenta mi compañero MAYAM), y yo lo aseguro.
Rodar con una moto de estilo “oldie”, pero con tecnología actual, como su frenada efectiva, un comportamiento de chasis y amortiguación impecable y una electrónica contenida, muy efectiva, francamente sorprende.
La suavidad del motor de 111 cv te permite acelerar siempre y en cualquier circunstancia o casi en cualquier punto de la curva. Todo es progresividad e impulso hacia delante, acompañado del rugido de su motor. Además, los frenos no se agotan y el control de tracción, que equipa, tiene un comportamiento razonable.
Como la mayoría de las motos actuales que equipan embrague antirrebote que te permite bajar marchas como si no hubiera un mañana, ante cualquier curva porque cumple su función, si o si. Realizar ritmos altos y rápidos, es una gran satisfacción, la cúpula protege de las turbulencias a velocidades, digamos que un tanto elevadas…
Otra de las cosas que me han gustado, es la facilidad en la transición de tumbar/levantar, la moto se muestra estable tanto en cambios de dirección, como en curvas muy rápidas, tiene un punto deportivo que te permite disfrutar curveando o incluso alguna tanda de circuito, también tiene ese punto de polivalencia que te permite circular en ciudad o poder viajar con ella.
Pare a desayunar y pude admirar esta preciosa moto (en ese momento ya no me pareció una clásica) además en la ciudad llamas atención allá por donde pasas.
Mi conclusión es que es una moto elegante, cómoda y que en esta prueba, y dándole caña, ha mantenido el consumo en 5,7 litros, de media, lo que no está nada mal. Además, la moto te recuerda que tienes el indicador ECO para indicarte cuando estás combinando de forma perfecta revoluciones con velocidad, para disminuir el consumo y las emisiones.
Si lo que te gusta y quieres es una moto con diseño retro (del bueno) y funcionamiento y prestaciones actuales, no busques más, mata tu nostalgia.
Me ha gustado y me ha dejado sorprendida, el comportamiento general y la buena dinámica que transmite esta moto, verdaderamente no he echado nada en falta en comparación de las motos de hoy en día, ahora entiendo en primera persona, lo que es el estilo neo-clásico.
Mayte – By MAYAM