PRUEBA: TRIUMPH SPEED TWIN

Monta un motor 1200cc y 97cv

El nombre de Speed Twin, en sí, no es nuevo. A finales de la década de 1930, el fabricante presentó la Speed Twin original, con lo que Triumph afirma que fue el primer motor exitoso de cilindros paralelos. La Segunda Guerra Mundial puso en pausa las actividades de Triumph y la producción de la Speed Twin, solo se reanudó en 1947 y continuó hasta 1966, cuando finalmente se detuvo. Pero en el 2018, la Speed Twin, regreso al mundo moto.

Triumph dio a conocer la Speed Twin, con la idea, de que la mayoría de las piezas utilizadas en la Speed Twin, fueran partes y piezas existentes en Triumph.

La Speed Twin 1200, es una hermosa moto que combina elegantemente señales estilísticas tomadas de otros modelos de la marca. Como la Bonneville T120, la Speed Twin, recibe su manillar, tanque de gasolina redondeado, sillín plano y silueta clásica de moto desnuda. De la Thruxton, toma prestada su postura inclinada hacia adelante, silenciador hacia arriba y espejos colocados en el extremo del manillar. El resultado es una moto que no se parece a nada en la alineación de Triumph, pero que sin embargo encaja perfectamente.

La moto toma prestado el motor de la T120 y de la Thruxton, un 1200cc paralelo-gemelo, acoplado a una transmisión de seis velocidades. Esta iteración del motor produce 97 cv de potencia y 112 Nm de par, que es más que en la Bonneville, pero a 1 cv de la Thruxton. Sin embargo, la mayor diferencia que trae la Speed Twin a la mesa, es su peso, inclina la balanza en 196 kg.

La Speed, está montada en un par de llantas de 17 pulgadas, envueltas en neumáticos Pirelli Diablo Rosso III y montadas en una horquilla de 41 mm y un conjunto de amortiguadores dobles en la parte posterior. Brembo y Nissin te traen poder de frenado. La rueda delantera está armada con dos pinzas Brembo de cuatro pistones que muerden en un par de discos de 305 mm, mientras que la rueda trasera está equipada con una pinza Nissin de dos pistones y un disco de 220 mm.

Pero, ¿cómo funciona realmente?

Los números se ven bien en el papel, pero no significan nada si no se traducen bien a las aplicaciones de la vida real. Cuando tomé la Speed Twin, crucé los dedos. Naturalmente, no estoy siempre de acuerdo con las motos que pruebo. Sin embargo, por alguna razón, las Triumph, siempre me atraen, por su ADN, que se ha mantenido en el tiempo.

Al salir del concesionario, la Speed Twin, ya te da confianza. Es una moto de una buena estabilidad general. En carretera se mueve en las curvas con entusiasmo y mantiene su trayectoria sin tener que pelearte con ella. La moto no tiene miedo de comerse las curvas y lo hace con facilidad y confianza, es una moto que en parado, al moverla, es un poco pesada y su ángulo de giro, no es para tirar cohetes, en marcha se comporta normalmente.

La primera sensación ciertamente confunde. Los primeros metros recorridos, en los que siempre se tantea la moto, ya transmite una soltura directa y perece que pilotamos una moto pequeña. La elección que ha hecho la marca del neumático trasero, montando un 160, sorprende porque la competencia utiliza neumáticos de mayor anchura.

Triumph ha aligerado el peso de esta Speed Twin 1200, a base de unas llantas de aleación, nuevos soportes de motor, el propio motor ha adelgazado y una batería más liviana. La cuestión es que, te haces a la moto, con las tres primeras curvas, y te fundes con ella en un solo conjunto, nada más pasar por la primera ese, o, si se quiere, por la primera rotonda.

En los primeros momentos, la ligereza y la facilidad de pilotaje que ofrece esta Speed Twin 1200, en los cambios de dirección puede crearte la falsa impresión de una moto nerviosa; sin embargo, en cuanto empiezas a sentir la confianza que transmite la solidez de su chasis, específicamente diseñado para ella, lo mismo que la firmeza de sus suspensiones, te darás cuenta de que pilotas una robusta deportiva vintage, bien aplomada sobre el asfalto. Un aplomo que resultará finalmente rotundo, cuando descubres el férreo agarre con el que los Pirelli Diablo Rosso III, afianzan la moto al asfalto.

La electrónica corta la tracción sin brusquedades, en el momento preciso en que el neumático va más allá de su límite, y fuera, desde luego, de sus condiciones lógicas.

En cuanto a las suspensiones de la Speed Twin 1200, comentar que transmiten un tarado deportivo, más bien duro pero sin resultar seco. Se componen de una horquilla convencional KYB, con unas barras de 41 mm cubiertas por los guardapolvos de goma que hacen el juego estético a la línea retro que perfila todo el conjunto. Atrás, por la misma razón y como no podía ser de otra manera, quedan anclados al basculante dos amortiguadores de doble efecto firmados por la misma marca.

El mullido del asiento resulta un punto escaso según el uso, la duración del viaje y sobre todo el peso del piloto.

El motor gemelo de buen carácter, está listo para darte la cantidad de juego que desees. La entrega del acelerador es flexible y lo suficientemente precisa como para darte la cantidad correcta de potencia. No es necesario jugar continuamente con el acelerador para mantener un ritmo constante, pero tengamos en cuenta que el freno motor es bastante bueno. Soltar el acelerador lo ralentizará considerablemente, una pequeña peculiaridad a la que es fácil acostumbrarse y usar su ventaja.

La Speed, se mueve bien a velocidades de autopista. No debes dejarte engañar por su aspecto: definitivamente puedes ir rápido, con ella. Además, el 1200cc es un motor de baja velocidad con una línea roja alrededor de las 7000 rpm. El golpeteo que produce mantiene las vibraciones indeseables al mínimo, lo que lo hace cómodo durante períodos de uso más largos.

La nota que emana de los tubos de escape dobles es un verdadero placer. El ronroneo profundo del motor bien equilibrado crea música. El poder de frenado coincide con la personalidad de la moto. Es eficiente y sensible, a diferencia de otros modelos en los que el freno se siente como pisar un cojín. Moverse en la ciudad, con la Speed Twin, es fácil de manejar en este entorno. La altura del asiento de 808 mm, también hace que llegar al suelo sea accesible y cómodo.

Comodidades modernas

La postura de pilotaje es cómoda. El ángulo en el sillín inclinado hacia adelante, haciendo que el manillar sea fácil de alcanzar sin tener que poner demasiado peso en las manos. Los reposapiés se colocan hacia la parte posterior, formando un agradable ángulo cercano de 90 grados en las rodillas garantizando una comodidad prolongada.

El único defecto que encontré en la Triumph Speed Twin, es la posición de las culatas en relación con mis rodillas. Si bien el tanque de gasolina tiene abolladuras convenientes para las rodillas, la geometría de pilotaje realmente colocó mis articulaciones un poco más abajo en el chasis. Otro inconveniente que encontré es la cantidad de calor producida por el bloque, una agradable experiencia de barbacoa cuando estas atrapado en el tráfico urbano bajo el ardiente sol.