Hoy vamos a realizar un artículo, sobre esta MV, un tanto diferente, sin aportar los datos técnicos de la moto, sino que vamos a realizar un artículo, sobre sensaciones y felicidad absoluta en el pilotaje de esta joya.
Esta MV Agusta Brutale ha vuelto al mercado, tras varios años en el ostracismo de la marca y ha vuelto a utilizar el motor de cuatro cilindros y además la marca ha echado el resto en cuanto a caballos, imagen, electrónica y acabados.
Esta “The Beast”, entrega 208 cv de motor y unos 190cv a la rueda, una barbaridad, pero gracias a la buena electrónica que equipa es segura a todas luces.
Bien, vamos allá, empezamos al artículo probando la moto en circuito (esta prueba fue realizada una semana antes del confinamiento, casi nos pilla).
Tampoco diremos en que circuito realizamos la prueba, eso lo tendréis que adivinar vosotros.
CIRCUITO
La moto la llevamos al circuito en remolque, para no tener antes un prejuicio sobre ella, sino que la quisimos probar a “pelo”, como se suele decir.
Revisamos niveles y presión de neumáticos y unos calentadores para los neumáticos, salimos a pista, una temperatura de 20º y cielo despejado y sobre las 12:30 horas. Equipado correctamente (mono, botas, guantes, espaldera, casco y muchas ganas) y mirando la moto de cerca, empiezan los temores y los cuidado en esta curva y en aquella, pero eso se pasa rápidamente cuando ponemos las posaderas sobre el asiento y notamos el ronroneo del motor, los acelerones (calman la ansiedad, creo) y ponemos todos nuestros sentidos a trabajar al 100×100.
Primera, embrague suelto y gassss, recta corta y primera curva en ángulo a izquierdas, enseguida curva a la derecha y empieza una ligera subida, damos gas a fondo, para entrar en la variante suave a derechas, seguimos dando gas, la moto se mueve con agilidad, tumbar/levantar es pensarlo y en el siguiente milisegundo, la moto responde, es muy intuitiva, llegamos a una curva a izquierdas doble, son de velocidad media y salimos a una pequeña recta, abrimos gas con decisión, se enciende el carrusel de luces del cuadro, anti caballitos, control de tracción, etc… no paran, llegamos a una curva de derechas de velocidad media 2/3 marcha, el muro esta cerca, pero mejor no pensar en eso y solo trazar y dar gas, pequeña recta y llegamos a la sensación, curva a derecha con un corte en bajada rápida y corta y curva a izquierdas, dando gas, esta es un «curvon», que se hace acelerando a fondo, pero teniendo el culo en plan avisador, ya que es una curva que tiende a sacarte del circuito al mínimo descuido y en ella, se va muy rápido, cambio de rasante y llegamos a un ángulo de izquierdas que si lo entras y trazas bien, sales como un misil, en este tramo del circuito la moto se comporta maravillosamente bien, no se mueve, va por la trazada, frena como esperas, bien, las suspensiones son una maravilla, efectivas y reactivas, seguimos pequeña recta y la vista se te va al muro con los dados de piedra, que tienes enfrente, frenada suave, colocación para trazar y a volar, pequeña recta y una zeta (derecha/izquierda) delante, esta curva esta contra peraltada y hay que trazarla con cautela, porque además el grip no es el mejor, aquí la moto con un chasis genial y los neumáticos que porta se comporta como una “R” de las mejoras, al salir de la izquierda, ante nosotros se abre una recta de más de 1200 m, con ligera bajada. Aquí le damos cera de la que arde, queremos ver a qué velocidad podemos llegar con esta hypernaked, gasssss y los números del velocímetro van a la velocidad de la luz, final de recta 289 km/h, agazapados todo lo más posible, casi dentro del depósito.
El casco, el mayor problema a estas velocidades, la cinta del cierre te ahoga, el mentón y la nariz se deforman de la presión de la pantalla y del casco, impresionante. Llegamos a final de recta y lo primero que pensé, fue, frenara o me iré a la escapatoria asfaltada, que es como un campo de futbol, tiro de las anclas y las órbitas de los ojos se pegan en la pantalla del casco, jope esto no frena, es como pensar debo parar y para, los frenos son brutales y la suspensión ayuda mucho, al igual que el chasis, me coloco a la derecha para trazar la curva a izquierda lenta, de primera, una variante derecha/izquierda y volvemos a la recta de meta.
Las sensaciones al manillar de esta “the beast”, es de felicidad total, sensaciones de ser un buen piloto, porque la moto hace más del 50% del trabajo de pilotaje, una electrónica que funciona y que además ni la notas, es una gozada ver todos los chivatos del cuadro funcionando, es como estar en el Trocadero en sus buenos momentos, sicodélico, el anti caballitos, el control de tracción, el sistema de control de levantamiento de la rueda trasera, el ABS, el shifter bidireccional, los Öhlins, los Brembo, el chasis, los alerones, etc… todo funciona de forma magistral, he disfrutado mucho y todavía sigo despertándome por las noches bañado en sudor, como si estuviera rodando en el circuito con the beast MV. El circuito es una de sus capacidades, aunque el hecho de no tener carenado, puede ser un problema relativo, el día de la prueba había rachas de viento y en ese caso esta hypernaked tiene ventaja ante una “R”, ya que al no tener carenado, el viento le afecta menos.
Bueno espero que sepáis que circuito es.
CARRETERA
Volvimos con la moto en el remolque, para poder realizar la prueba de carretera a continuación y no contaminarnos de prejuicios antes de…
Dos días después, bajamos al garaje, a babear la moto, y hacer unos km por nuestras carreteras favoritas, en este caso no hay adivinanza, nos enfundamos el traje de faena, moto en marcha, calentar líquidos, comprobar presiones de neumáticos y salir en plan tranquilo de la ciudad, aquí el comportamiento de la moto, es correcto, pero en la city no se encuentra muy a gusto, no es su territorio, creo que ya tenía ganas de salir de las rotondas y semáforos, por fin salimos de la city, carretera mixta, pero rápida, con alguna humedad y suciedad, nos lo tomamos con cierta calma, siempre con todos los sentidos al 100×100, los egos y los miedos en casa y a disfrutar.
En las curvas rápidas el chasis es rígido y estable, siempre sigue la trayectoria y no hay sacudidas o movimientos, es muy estable, siempre sigue la línea marcada, en curvas lentas se mueve muy bien, el peso contenido y la geometría de sus chasis y basculante, hacen un buen trabajo, en las enlazadas el tumbar/levantar es solo un pensamiento y la moto lo hace, una buena agilidad siempre. Moverte en carretera con ella es de empezar a repostar y no parar de repostar, no te pararías nunca, es tan adictiva y efectiva, que no te das cuenta de los km que llevas en el cuerpo.
Con ella nos hemos movido muy rápido y a ritmos inconfesables, con su buena ergonomía, no es cansada en exceso, quizá lo que más te agota es el viento, porque si o si, la presión es grande a velocidades altas, pero es una moto con una gran agilidad, potente, estable, frenada de GP, chasis pétreo y con una buena flexibilidad bien estudiada, posición de pilotaje bien resuelta, en una palabra es un “maquinon”.
Cierto es, que el precio de “the beast”, no es barato, 45000€, es una pasta o 45000 pastas, pero todo el arsenal tecnológico que porta, así como los componentes de la más alta calidad y materiales nobles, tienen un coste y se debe pagar, pero pilotar esta maravilla, es uno de los placeres más excitantes que he vivido, después de mis años de competición.
Una hypernaked, podríamos decir, una hypernaked “R”, o sea una “R” desnuda, las tendencias del mercado van por estos derroteros, la competencia está en marcha y varias marcas ya tienen nakeds con 200 cv en sus catálogos.
Me gustaría conocer vuestra opinión, sobre el artículo, lo encontráis diferente y que conclusiones se desprenden de su lectura.
By MAYAM
Molt be, molt agradable de llegir i casi et posa damunt de aquesta maravilla de moto
Gracies Josep Maria, es altre forma de escriure sobre una moto, espero que agradi