Para PEUGEOT, un concept car no es un ejercicio de diseño gratuito, sino que se inscribe en una estrategia real de la marca.
Con una historia de 210 años, el ADN de PEUGEOT se expresa en los concept cars. El primer ejercicio de diseño asimilable a un concept car nació en 1984: el PEUGEOT Quasar. Verdadera vitrina tecnológica, fue la primera vez en la que los diseñadores y los ingenieros tuvieron carta blanca para crear un objeto fantasmal alejado de cualquier cortapisa industrial. El diseño de la carrocería fue obra de Gérard Welter, que en aquella época ejercía todavía como diseñador y que trabajó sobre un esbozo de Eric Berthet.
El Quasar fue una de las bases del diseño del PEUGEOT 205 e influyó en todos los modelos de la marca lanzados en el periodo 1998-2007. El habitáculo, muy futurista para la época, era obra del diseñador Paul Bracq. La base del chasis era la del mítico 205 Turbo 16 al igual que el motor que, para la ocasión, se potenció hasta alcanzar los 600 CV.
Los concept cars posteriores tenían una estrecha relación con la competición automovilística que tanto gustaba a Gérard Welter. Presentado, entre otros eventos en el “Festival of Speed” de Goodwood, el PEUGEOT Proxima estaba propulsado por un motor V6 biturbo de 680 CV. Con un motor similar, el PEUGEOT Oxya se cronometró a 350 km/h. en el anillo de velocidad de Nardo en 1988.
En 2010 y como anuncio de la llegada de un nuevo director de diseño con la nominación para el cargo de Gilles Vidal, el PEUGEOT SR1 inauguró una nueva era de diseño en la marca.
En 2012, el PEUGEOT Onyx fue el primer manifiesto de algunos nuevos elementos de diseño como la exploración de los materiales en bruto, entre ellos el cobre, o la nueva posición del emblema del león en la parrilla. La línea “Onyx” fue, asimismo, el primer manifiesto de movilidad completo al presentarse conjuntamente con los concepts bike y scooter.
Otras exploraciones de diseño se convertirían en auténticos manifiestos de la marca con los concepts 308 R HYBRID o 508 PEUGEOT Sport Engineered desarrollados por la división PEUGEOT Sport. Este último dará lugar a un modelo de serie, igual que sucedió con el shooting brake 306 para la Fase 2 en 1999, el 20♥ para el 206 CC o el PEUGEOT RCZ Concept que dio origen al cupé del mismo nombre.
La génesis de un concept car
Para crear el futuro, es primordial interesarse por otros sectores creativos, pero siempre conservando el ADN de marca.
Al principio de la búsqueda de la inspiración, los diseñadores intentan localizar señales fiables de tendencias emergentes en ámbitos tan variados como la arquitectura, la moda, el arte o, incluso, las nuevas movilidades. El objetivo es detectar nuevas expectativas, nuevas necesidades en otros ámbitos, salir del mundo del automóvil y descubrir nuevas corrientes sociales, siempre en beneficio de los futuros clientes. Todo ello se aplica al diseño exterior e interior, pero, asimismo, al tratamiento de los colores, al grafismo y a la búsqueda de nuevos materiales.
Una vez redactado el pliego de condiciones (llamado mood board en el argot de los diseñadores) la dirección de diseño de PEUGEOT lanza un concurso entre todos los miembros del equipo de diseño. Algunos trabajan noche y día, fines de semana incluidos, para tratar de ganar el concurso. Cuando las mejores propuestas pasan a integrar una “short list” se realizan modelos digitales y se fresan maquetas a escala 1 para observar los volúmenes y el equilibrio general de cada proyecto. Al término de largas horas de deliberación y de validación al más alto nivel dentro de la marca, se elige el proyecto que más se ajusta al pliego de condiciones. A continuación, se inicia una fase de digitalización 3D y de CAO para desarrollar un modelo digital lo más preciso posible y el siguiente paso es la realización de una maqueta a escala 1 mucho más detallada. Esta maqueta servirá para afinar los detalles y los ajustes y para terminar de definir las superficies exteriores y elegir el color final del concept. Para el interior se sigue exactamente el mismo proceso.
A continuación, el proyecto se confía a empresas punteras en la realización de modelados, maquetación y realización de piezas individualizadas, las únicas que pueden responder al más mínimo deseo o exigencia de un diseñador.
Uno de los mayores desafíos en la construcción de un concept car es el plazo de tiempo asignado. La mayoría de las veces se concibe para llamar la atención de los visitantes de un gran evento, como un salón del automóvil y, por lo tanto, no puede entregarse con retraso. En menos de un año es necesario pasar de los bocetos en papel a un objeto terminado y capaz de funcionar. Si las nuevas herramientas digitales como los cascos de realidad virtual o el CAVE (Cave Automatic Virtual Environnement) facilitan muchísimo la parte de desarrollo, la atención por el detalle y el refinamiento que se aportan a cada concept car solo son posibles sobre objetos físicos.
Los concept cars son asimismo una oportunidad para llegar a acuerdos de colaboración con PYMES o con artesanos especialistas en sus ámbitos correspondientes. Para el EXALT se creó una fragancia a medida para complementar la experiencia sensorial con el olor en colaboración con los perfumistas EX-NIHILO. Para el e-LEGEND, las maderas interiores en esencia de paldao fueron realizadas por el ebanista HERVET Manufacturier. Asimismo, se llegó a acuerdos de colaboración con grandes corporaciones internacionales como SAMSUNG para el INSTINCT o FOCAL para el Foodtruck o el FRACTAL.