Esta moto cuando apareció rompió esquemas, pues se considera que es la primera naked, hoy día es una clásica. Cuando Yamaha decidió crear este modelo, utilizo como base el propulsor de la XT600. La SRX-6 era un café racer pura de los años 60.
Esta SRX-6 se considera la primera naked de la era moderna, la SRX-6 era un modelo con unas prestaciones discretas, pero con una ergonomía de carácter deportivo y una parte ciclo ligera, la moto pesaba 172 kg en orden de marcha.
La SRX-6 en su presentación recordaba el diseño de las monocilíndricas inglesas de la época, pero, con tecnología acorde con la de los años 80.
El monocilíndrico de cárter seco y buena respuesta, procedía de su hermana la XT600, un buen motor de probada fiabilidad, para instalarlo en la SRX-6 se aumentó la potencia ligeramente, también recibió un árbol de levas específico para tener más bajos y así montar un desarrollo secundario más largo, la SRX superaba los 170 km/h.
La SRX-6, no tenía arranque eléctrico, sino que estaba dotada de arranque por palanca, arrancar la moto tenía su truco, y debías utilizarlo siempre, pues si no arrancaba y debido a la compresión del motor, era difícil arrancarla, además si la palanca se te escapaba, prepara tus espinillas, pues el imparto podía llegar a romperte el hueso, pero para solucionar este inconveniente con la desmultiplicación modificada se conseguía que costase menos actuar sobre ella.
Sin embargo, el cigüeñal daba menos vueltas al darle la patada y esto se traducía en que a veces no era del todo fácil ponerla en marcha.
La petaca del sistema de escape fue un novedad en su época al contar con una cola bajo el motor y un silenciador corto por el lado derecho.
El chasis que portaba la moto era de doble cuna continua, con tubos de acero de sección rectangular, las cunas inferiores eran desmontables para facilitar el montaje y desmontaje del motor. A nivel de suspensiones en el tren delantero montaba una horquilla telescópica con barras de 36 mm y 140 mm, y un equipo de frenos con dos discos de 257 mm.
En la parte trasera montaba un basculante de dos brazos de acero, dos amortiguadores regulables en precarga de muelle de cinco posiciones y un disco de freno de 245 mm, también una novedad es las motos de media cilindrada era el montaje de un disco trasero, pues todavía se utilizaba un freno de tambor en la mayoría de su competencia.
Montaba llantas de aleación de 18” con neumáticos de 100 y 120 mm de anchura, y eran en parte los responsables de la agilidad y el buen comportamiento de esta Yamaha.
Desnuda (naked)
Con un diseño minimalista, ya que la mayor parte de componentes estaban reducidos a la mínima expresión con el objetivo de lograr un conjunto compacto y liviano. Con una altura de asiento de 770 mm, y una buena ergonomía se manejaba con soltura.
Montaba semimanillares por encima de la pletina superior de la dirección y las estriberas estaban ligeramente atrasadas, lo que daba una posición de pilotaje un tanto deportiva, pero no extrema.
Con una capacidad del depósito de 15 litros, que le daba una autonomía más que digna de unos 300 km y a un consumo medio de 5 litros/100 km.
Un detalle que llamaba la atención era la instrumentación, con reloj del velocímetro con el fondo de la esfera en blanco y bien centrado en el conjunto, y el cuentarrevoluciones con el fondo negro y colocado a la derecha de manera independiente del velocímetro.
Esta moto la pude utilizar en bastantes ocasiones, gracias a mi compañero de trabajo que tenía un ejemplar y que salíamos a rodar juntos muchas veces, era una moto que tenias que realizarle un mantenimiento constante, pues, todo debía estar al 100×100. Recuerdo en más de una ocasión que no arrancaba y la echamos cuesta abajo en la rampa del trabajo y todavía no se ha puesto en marcha, porque a patada podías estar horas y no la arrancabas, ni queriendo, ese era el principal problema que tenia la moto, pero, si circulabas con ella por carretera y con muchas curvas, era una delicia, todavía se pueden ver algunos ejemplares rodando por nuestras calles.
By MAYAM