En el EICMA de 2019, pudimos contemplar la Vins Duecinquanta, una moto deportiva de dos tiempos, exquisita, totalmente nueva, legal en carretera, que muy pronto se comercializará.
La Duecinquanta, como su nombre indica, es un V-twin de 249,5 cc con inyección de combustible, de dos tiempos, que recuerda a las 250 japonesas y europeas de los años 80 y 90. Habrá dos versiones disponibles: una Strada para la carretera y una versión Competizione, exclusivamente para la pista.
Construida en Maranello, justo al lado de Ferrari, la Vins es el sucesor espiritual definitivo, no solo de la RS250 de Aprilia (que en realidad salió de producción en 2005), sino de toda una generación de motos deportivas 250, como la RGV250 de Suzuki, la Kawasaki KR1-S y TZR250 de Yamaha.
Vins no ha desvelado sus especificaciones para la homologación, prometiendo un peso en seco de solo 105 kg y una potencia de alrededor de 74cv a 11700 rpm. Para ayudar a que la moto cumpla completamente con las regulaciones, también porta ABS. Acunando el motor hay un chasis monocasco de fibra de carbono ultraligero (carenados de fibra de carbono). El diseño extrae el aire a través de un radiador debajo del tanque, el aire caliente, pasa a través de los canales en el chasis.
La carrocería también oculta la parte delantera Hossack de fibra de carbono (similar a la que se encuentra en una BMW K1300S), que ve la rueda apoyada por dos puntales de carbono y uno solo delante del cabezal. La parte trasera también usa un monoshock totalmente ajustable. Continuando con el tema del carbono, las llantas ligeras, también son de carbono.
Lejos de la moto de carretera, la versión de carreras afirma ser aún más ligera, con solo 102 kg en seco. Un carenado de carreras también la ayuda a ser más aerodinámica, con la unidad Hossack que también permite usar el freno en las curvas con más confianza, sin quedarse sin el recorrido de la suspensión.
La versión de la Vins Duecinquanta Competizione, es en resumen: un modelo muy ligero, de dos tiempos, para rendimientos analógicos únicos.
La marca Veloce, ubicada en el área de Emilia Romagna, donde las máquinas más bellas y deseadas del mundo cobran vida. Ferrari, Lamborghini y Pagani, solo por nombrar algunos. De hecho, en los pocos kilómetros que separan este territorio de Maranello, hay un continuo ir y venir de prototipos más o menos disfrazados que vienen de todas las direcciones.
Quien es Veloce, una pequeña empresa, produce muy pocos ejemplares, como esta Vins. Construida totalmente a mano y tratada como una joya. Trabajan en la misma un puñado de visionarios muy jóvenes que hace unos años decidieron dar voz a sus sueños al reunirse, compartir y mezclar sus conocimientos, para dar a luz a Vins.
Por algún punto se tenía que comenzar, por lo que fue la Cagiva Mito el primer modelo que se uso como conejillo de indias para pruebas y diseño. La triangulación del sillín, el manillar y el reposapiés, es, en las Vins finales, exactamente la de la deportiva de 125, más deseada por los jóvenes de dieciséis años a principios de la década de 1990.
Las Vins deben ser extremadamente ligeras, por lo que en la empresa deciden que el carbono sería el material utilizado para la construcción: noble y muy ligero. Así, el proyecto comenzó a tomar forma. Comenzaron con un cuadro de carbono monocasco, que proporciona la combinación correcta de ligereza y rigidez. Además de tener un atractivo estético, una vez terminado, verdaderamente incomparable.
Pero no contentos, los muchachos de Maranello, deciden que también quieren construir el corazón de su moto. Y así, la elección recae en un V-twin a 90º de pequeño volumen, 250 cc. Inicialmente con carburadores y luego, afortunadamente, agregaron, una inyección electrónica más probada. Más fácil de administrar durante el desarrollo del motor y significativamente menos sujeto a la influencia de las condiciones climáticas. Inyección que, al final, el equipo de Vins incluso decidió patentar. El motor de dos cilindros, totalmente diseñado y de producción propia, está equipado con un eje doble contra rotatorio con un tamaño de motor de carrera casi larga, con un diámetro y carrera de 54 y 54.5 mm. Los datos de potencia máxima, 75 cv y el par máximo de 45 Nm, a 11700 rpm.
El chasis, originalmente prestado de la Cagiva Mito, se abandona para pasar a algo decididamente más complicado, pero sin duda más fascinante. Porque de alguna manera parece que los niños de Vins, todos nacidos después de 1989, tienen la propensión a hacer la vida difícil.
El amortiguador trasero da paso a uno que funciona con un esquema de varilla de empuje, y aquí vemos la procedencia automotriz de Vincenzo, con todos los enlaces de aluminio derivados. Basculante asimétrico completamente en carbono. Incluso la suspensión delantera no utiliza una horquilla tradicional, sino que utiliza un esquema Hossack, ligeramente modificado, perfecto para minimizar las transferencias de carga durante el frenado y mantener una excelente sensación incluso al pilotar en ángulos de curva.
Los amortiguadores son suministrados por la compañía italiana Mupo y, por supuesto, son multi-ajustables, con la parte trasera que permite también cambiar la altura del eje trasero.
La Vins 250 Competizione, se produce íntegramente en la empresa en Maranello, excepto las ruedas y los frenos. Los primeros también son de carbono: provienen de Sudáfrica, están construidos por BST y son pornografía real de motos; el segundo, los frenos, tienen pinzas de J.Juan (pero existe la posibilidad de elegir un kit del Brembo). El prototipo definitivo (exhibido en el Eicma 2019) en su hermosa librea “Britten”, en homenaje a la legendaria criatura del ingeniero de Nueva Zelanda. Tiene líneas limpias, dos grandes bocas en el carenado que sirven para transportar el aire a los radiadores y una cola muy pequeña.
El motor de esta Vins empuja con dignidad desde 4500/5000 rpm y permite salir rápidamente de las curvas sin dudarlo.
La marca manifiesta que con esta moto podemos disfrutar de una entrada en curva al nivel de un rayo, es un eufemismo, no nos atrevemos a imaginar qué entrada y velocidad podría lograr en la pista, la marca asimismo manifiesta que el frenado que es vigoroso pero no demasiado agresivo, también debemos tener en cuenta el peso reducido del juguete. Excelente rendimiento de la suspensión delantera que realmente reduce la transferencia de carga a un mínimo. sin dejar de ser muy rígida. La Vins 250 Competizione, dado el rendimiento absoluto y el tamaño, muy pequeño, con toda seguridad será la felicidad absoluta.
Para los clientes potenciales, vale la pena señalar que la Vins es totalmente personalizable, comenzando desde la textura del carbono utilizado para la construcción, hasta el ángulo de dirección, o la posición del asiento. Un verdadero hecho a medida para los entusiastas que lamentan no tener el gusto de poseer un objeto único en la escena mundial de las motos.
Tanto la de 100cc como la de 250cc, están en pleno desarrollo, pero ya hay un modelo para circuito de 288cc, denominada Vins Duecinquanta Competizione, que declara un peso de sólo 85 kg con una potencia de 80 cv, unas cifras que sólo podría batir una antigua dos y medio, 2T de gran premio, y estiman que puede alcanzar los 240 km/h. Tanto desarrollo tiene un coste… La versión de pista Vins Duecinquanta Competizione tendrá un precio de unos 50.000 €.
Sin embargo, la versión de calle será un poco (sólo un poco) más accesible, quedándose en unos 40.000 €. La Vins Duecinquanta homologada tendrá menor cilindrada (249 cc) y potencia, aunque ésta, todavía no ha sido declarada a la espera de terminar los procesos de homologación que seguramente la ‘capen’ bastante en su cifra final. Su peso será de unos 10 kg más, es decir, unos 95 kg, y su velocidad punta llegará a los 200 km/h. El resto de componentes de carbono los mantendrá.
By MAYAM