Frenada con la moto: normal & agresiva
La frenada en moto es una de las habilidades más importantes y cruciales para la seguridad. Dominarla es fundamental.
Frenada normal (progresiva):
Uso: La frenada que debes utilizar en la mayoría de las situaciones cotidianas: para detenerte en un semáforo, reducir la velocidad antes de una curva o en tráfico.
Técnica:
Freno delantero: Es el 70-80% de tu capacidad de frenado. Aplícalo de forma suave y progresiva. La maneta debe ser apretada con firmeza, pero sin brusquedad, permitiendo que la horquilla se comprima gradualmente.
Freno trasero: Úsalo al mismo tiempo que el delantero. Aporta estabilidad, asienta la moto y ayuda a reducir la velocidad. No lo pises con fuerza, ya que puedes bloquear la rueda y perder el control.
Distribución: Empieza con ambos frenos, pero el peso de la frenada recaerá progresivamente en el delantero.
Clave: La suavidad y la anticipación son tus mejores aliados.
Frenada agresiva (de emergencia):
Uso: Para situaciones imprevistas o de emergencia, donde necesitas detenerte en la menor distancia posible.
Técnica:
Freno delantero: La clave es la «presión inicial fuerte». Aplica el freno delantero con decisión y de forma instantánea. No es un apretón brusco que bloquee la rueda, sino una aplicación rápida y firme. A medida que la horquilla se comprime y la rueda delantera gana agarre, puedes aumentar la presión.
Freno trasero: Úsalo también, pero con moderación. En una frenada muy fuerte, la rueda trasera tiende a levantarse o a perder adherencia. Su función es más de asistencia y estabilidad.
Clave: Entrenar esta frenada en un lugar seguro es vital. Saber la presión máxima que puedes aplicar antes de que el ABS salte o la rueda se bloquee te dará mucha confianza.
Errores habituales al frenar en moto:
Frenar solo con el trasero: Un error muy común en principiantes. Provoca inestabilidad, bloquea la rueda trasera fácilmente y alarga la distancia de frenado.
Frenar solo con el delantero: Es más efectivo, pero si se hace de forma brusca, puede bloquear la rueda y causar una caída. Se pierde la estabilidad que aporta el freno trasero.
Bloquear la rueda: Ya sea delantera o trasera, es una situación de alto riesgo. La pérdida de control es inminente. El ABS es un gran aliado para evitarlo.
Frenar en mitad de la curva: Frena antes de entrar en la curva. Si te ves obligado a frenar dentro, hazlo con la moto lo más vertical posible y de forma muy suave.
Mala postura: La rigidez en los brazos impide que el cuerpo se adapte a la frenada. Los brazos deben estar semiflexionados y la fuerza debe recaer en el tren inferior (piernas y abdomen).
Hoy en día, y, gracias a la electrónica, tenemos el ABS y el frenado en curva, dos salvavidas que siempre están de guardia con nuestro ángel de la guarda.
Contramanillar: Cómo se usa y dónde
El contramanillar es la técnica fundamental para dirigir una moto a velocidades medias y altas.
¿Qué es? Es una fuerza de empuje sobre el manillar que se aplica en la dirección opuesta a la que quieres girar o hacia dónde va la curva. Para girar a la derecha, empujas el puño derecho. Para girar a la izquierda, empujas el puño izquierdo.
¿Por qué funciona? Al empujar un lado del manillar, la rueda delantera se desvía ligeramente, lo que genera un «efecto giroscópico» que inclina la moto hacia el lado contrario.
¿Dónde se usa? Es la técnica que inconscientemente usas siempre que vas a más de 20-30 km/h. En curvas, en cambios de dirección rápidos.
Uso consciente: En el pilotaje deportivo o en una situación de emergencia, puedes aplicar contramanillar de forma consciente y enérgica para inclinar la moto de forma más rápida y precisa. Por ejemplo, en un slalom.
Ergonomía en la moto
Una buena ergonomía no es solo comodidad, es control, seguridad y menor fatiga.
Brazos: Semiflexionados, sueltos y relajados. No te cuelgues del manillar. La rigidez dificulta la dirección y te transmite todas las vibraciones de la carretera.
Piernas: El agarre con las piernas al depósito es clave. Libera la presión de tus brazos y te permite un mejor control sobre la moto. En frenadas fuertes, aprieta el depósito para evitar deslizarte hacia adelante.
Tronco: La espalda recta (o ligeramente inclinada hacia adelante, según la moto) y los abdominales activos. Mantén el peso del cuerpo en las piernas, no en los brazos.
Pies: Apoyados en los estribos, con la punta de los pies hacia adentro para evitar que se enganchen en el asfalto.
La adrenalina y su impacto en el pilotaje
La adrenalina es una hormona que se libera en situaciones de estrés o emoción.
Efectos positivos: Aumenta la concentración, la fuerza y la velocidad de reacción. Puede ser útil para mantenerte alerta.
Efectos negativos: El exceso de adrenalina puede provocar «visión de túnel», rigidez, decisiones impulsivas y errores de juicio. El exceso de euforia puede llevar a sobrevalorar tus habilidades y a asumir riesgos innecesarios.
Gestión: Aprende a identificar cuándo la adrenalina está influyendo negativamente. Respira, relájate, baja el ritmo. Un piloto experto sabe gestionar la adrenalina para que trabaje a su favor, sin que lo domine.
La experiencia en moto y las técnicas para disfrutar
La experiencia es la suma de kilómetros, pero también de conocimiento y práctica.
Técnicas de disfrute:
Pilotaje fluido: No se trata de ir rápido, sino de ir bien. Acelerar, frenar y girar de forma suave y en sintonía con la carretera.
Ruta planificada: Descubre carreteras con buen asfalto, paisajes bonitos y poco tráfico. La ruta es parte de la experiencia.
Escuela de pilotaje: Realiza cursos de perfeccionamiento. Aprenderás a dominar tu moto en situaciones límite y a disfrutar con más seguridad.
Mantén tu moto en forma: Una moto bien mantenida (neumáticos, frenos, suspensiones) te dará más confianza y seguridad.
Pilotaje efectivo y rápido en carretera: «Vamos de curvas»
«Vamos de curvas» es el arte de enlazar una curva tras otra de forma fluida y segura.
Trazadas:
Trazada ideal: Para una curva estándar, es la «trazada de afuera hacia adentro y de nuevo hacia afuera».
Entrada: Sitúate en el exterior del carril (para tener la máxima visibilidad).
Punto de cuerda (ápice): Es el punto más interno de la curva. A partir de aquí, empiezas a abrir gas.
Salida: Vuelve a abrir la trazada hacia el exterior del carril a medida que enderezas la moto.
Importancia: Una buena trazada te da visibilidad, reduce el ángulo de inclinación y te permite acelerar antes y con más seguridad.
Adaptación: La trazada ideal se ajusta a cada curva. No es lo mismo una curva ciega que una con buena visibilidad.
Leer la carretera y el entorno:
Mirada: Tu mirada es la herramienta más poderosa. Mira siempre a donde quieres ir. No mires al obstáculo, mira la salida de la curva.
Anticipación:
Señales: Carteles de curvas peligrosas, límites de velocidad.
Asfalto: Manchas de aceite, gravilla, baches, hojas mojadas.
Entorno: Los árboles, la vegetación, los guardarraíles. Un túnel de árboles o un guardarraíl pueden indicarte cómo se cierra una curva.
Visibilidad: Nunca entres en una curva ciega a una velocidad que no te permita frenar si hay un imprevisto (un coche parado, gravilla, un animal…).
El «motor» de tu moto: No es el motor del combustible, es tu cerebro. Elige una velocidad de entrada que te permita ver la salida.
El mejor consejo para el pilotaje es siempre el mismo: «Ve a tu ritmo, disfruta del camino y regresa a casa entero». La velocidad es una consecuencia de una buena técnica, no el objetivo.
By MAYAM













