Será la R7, la sustituta natural de la R6 actual, según nuestros colegas de Young Machine, la futura R7, se basará en la MT y podría comenzar con el motor CP2. ¿Pero con ese nombre…, no encaja?
Una anticipación siempre por parte de los compañeros de Young Machine que hará saltar a varios aficionados en la silla. Prepárense: el regreso de la Yamaha YZF-R7. Pero no «esa» Yamaha R7 que conoces, si eres fan de las SBK de finales de los 90.
¿Estás sentado? Bien, estamos hablando de una deportiva media (de la categoría Honda CBR 650R), para entenderlo, basada en el bicilíndrico CP2 de la desnuda MT-07.
De hecho, si hace algún tiempo se hablaba de una deportiva de tres cilindros derivada de la MT-09, los indicios de los compañeros japoneses apuntan ahora a un tipo de moto completamente diferente. Si los dos son mutuamente excluyentes o son dos propuestas para una operación de reanimación en el segmento deportivo de tamaño medio, que en algunos mercados podrían ser objeto de deseo, si aún no son las más vendidas, todo está por entender.
Pensando con un poco de indiferencia, la idea no parece nada mala: una deportiva ligera, ágil y dinámica, basada en el CP2 de 689 cc, es todo menos despreciable. Aumentar la potencia del motor llevándolo al límite de 95 cv de potencia, no parece demasiado complicado. De hacerlo así se obtendría una moto para carnet A2, que estaría en competencia directa no solo con la mencionada Honda de cuatro cilindros, sino también con esa ansiada Aprilia RS 660, que, contrariamente a las expectativas iniciales, será sobre todo una propuesta de carretera, humana en el futuro y de buena actuación.
Surgen problemas al examinar el nombre de la R7.
Con la excepción de un encabezado de Yamaha, con la invención de una nueva abreviatura, estas motos solo pueden pertenecer a la familia YZF-R. Para la eventual R9 derivada de la MT-09, el problema no surge después de todo: la abreviatura es completamente nueva. Pero la idea de una YZF-R7 de este tipo, para quienes en su momento se quedaron boquiabiertos frente a esa obra maestra de la OW-02, la moto que ha consagrado la leyenda de Noriyuki Haga.
Además, no sería la primera vez que un mismo acrónimo identifica dos modelos distintos: ¿recuerdas la MT-03 de mediados de los 2000? Muy diferente a la actual, pero en este caso son modelos de comparable nobleza, con prestaciones no muy lejanas a pesar de la media cilindrada. En el otro caso, la nomenclatura compartiría una moto de Homologación, más bellas y refinadas de la época dorada de las Superbikes con una deportiva de carretera media.
En definitiva, sería como una de esas chicas no demasiado guapas con un nombre demasiado exigente o altisonante: en lugar de hacerla más atractiva, un acrónimo como R7 penalizaría a un modelo que, en cambio, en gran medida tendría el suyo.
Quizá pasara como el hecho de que, como sucedió con la Tracer, que muchos pensaron que sería una TDM, Yamaha inventará una nomenclatura completamente nueva.
By MAYAM