Las desnudas de peso medio son máquinas especiales. En sus últimas versiones, pueden lograr tiempos por vuelta más rápidos que algunas superbikes de hace menos de dos décadas. Estas motos ofrecen un rendimiento y un equipamiento impresionantes y detallados en un paquete utilizable y accesible. La Street Triple R, es la crème de la crème de este segmento, pero no es exactamente asequible y se encuentra en un rango de precios que podría ser un obstáculo demasiado grande para muchos. Aquí es donde entra en juego la R, que reemplaza a la S, comparativamente modesta, mientras que ofrece a los compradores una nueva versión que aglutina ambas versiones y esta es la R.
Para averiguar si la Street Triple R cumple, me dirigí a un tramo de curvas no muy lejos de la ciudad. A pesar de mis oraciones constantes durante los últimos días antes de recoger la moto, comenzó a llover justo cuando salí. Dicho esto, pilotar bajo la lluvia tiene su propio encanto y no íbamos a dejar que nos aguase la fiesta.
ARRANQUE Y A RODAR
Como casi todos los viajes matutinos fuera de la ciudad, tuvimos que lidiar con un tráfico que se movía rápidamente o no. Lo primero que observe sobre la R es que la ergonomía es un tanto agresiva para una desnuda, otra cosa que noté rápidamente es que el asiento es estrecho cerca del tanque de combustible y, si bien es bastante blando, también se inclina hacia arriba en la parte trasera y debes reajustarte de vez en cuando, pero el material del asiento retiene bien nuestro cuerpo.
Cuando comenzamos a pilotar a través del tráfico, note esos momentos típicos del Triumph Triple, en los que descubrí que las revoluciones bajaban un poco a velocidades lentas y tuve que utilizar el embrague más de lo que me hubiera gustado. Sin embargo, como cualquier otra Street Triple, la R sigue siendo acogedora y se siente ligera en movimiento y poco intimidante. La moto con el cambio rápido bidireccional, funciona como esperas, es amigable y predecible a velocidades urbanas, a pesar de su peso y volumen. El motor de tres cilindros en línea también zumba a estas velocidades y las vibraciones están bien aisladas.
AUTOPISTA HACIA EL CIELO
Cuando las carreteras comenzaron a abrirse, finalmente tuve la oportunidad de abrir el acelerador. La R tiene una buena cifra de par y sus buenos 118 cv. Su motor tiene una relación de compresión ligeramente más baja que la versión anterior y Triumph también dice que usa un cigüeñal diferente. La diferencia de potencia es realmente difícil de detectar, especialmente en nuestras carreteras preferidas.
La moto es bastante rápida, pero se nota bastante suave por debajo de las 6000 rpm. Sin embargo, rápidamente me di cuenta de que las cosas son mucho más emocionantes cuando mantienes la moto en el punto de acceso de su banda de potencia.
Es en ese punto en el que también obtienes la mejor banda sonora, donde el zumbido del motor se vuelve un poco más fuerte, pero el aullido de admisión media, lo domina. A pesar de tener uno de los pesos en vacío más ligeros y las distancias entre ejes más cortas del segmento, la Street Triple R se siente excepcionalmente estable en carretera. La horquilla y el monoamortiguador totalmente ajustables se sienten más firmes que la antigua Street Triple S. Pero la moto aún podía lidiar bastante bien con carreteras en mal estado.
NIRVANA
Hablando de la suspensión, esta también es una de las mejores configuraciones, desde un punto de vista deportivo. Si bien es firme, la capacidad de ajuste te dará la capacidad de ajustarla a tu peso y pilotaje. Lo que también ayuda con el manejo son los Pirelli Diablo Rosso 3. Estos neumáticos deportivos para todo tipo de clima y condiciones, hacen un buen trabajo en nuestras carreteras en términos de agarre y retroalimentación. También demostraron ser muy buenos en carreteras mojadas.
Cuando iba por un tramo sinuoso, me di cuenta de algo que encontré bastante bueno sobre esta Triumph, concentrándome en mi pilotaje y no controlando la moto, algo que actualmente ya empieza a ser habitual, gracias a la electrónica, salvavidas. Mientras que la Triumph equilibrada y predecible, me dio la confianza para experimentar con mis límites y posición de pilotaje.
La banda de potencia lineal, la curva de par casi plana y el chasis dinámico son los factores que más contribuyen a la naturaleza fácil de uso de la R. Si bien lo disfruté, los usuarios más experimentados, la encuentran, «un poco demasiado bien educada», pero esta Sreet Triple R, hay que pilotarla rápido para disfrutarla correctamente.
Dicho esto, la Triumph acelera fuerte y su suspensión y frenos, son muy dignos. Hablando de las pinzas monobloque Brembo M50 son poderosas, ofrecen una sensación de potencia inmediata y sensible: realmente no necesitas más en la carretera. En cuanto a los modos de pilotaje, realmente no se nota una gran diferencia entre ellos. Road y Sport fueron los que más use, porque el control de tracción era bastante intrusivo en el modo Rain, como debe ser. En realidad, esta es la única área en la que las Triumphs van a la zaga de la competencia europea y sus asistencias electrónicas al piloto, son relativamente bastante simples y rudimentarias en la forma en que funcionan, esa es una crítica generalizada entre los usuarios Triumph, aunque la marca ya está solucionando esas carencias en los últimos modelos presentados.
DILEMA VISUAL
El diseño de la Street Triple se ha vuelto icónico. Desde su introducción, utilizó una carrocería mínima y una configuración de faros dobles similar a la Speed Triple. Con los años, los faros pasaron de ser redondos a lo que se ha convertido en una forma casi triangular. En cuanto a la carrocería, sigue siendo bastante escasa, pero mucho más agresiva.
Al estilo típico de Triumph, la moto está muy bien ensamblada: no hay espacios anormales en los paneles, los cordones de soldadura en el cuadro son casi perfectos y no hay cables expuestos. En general, el diseño aún funciona, pero está empezando a parecer un poco anticuado.
Opinión
En dos palabras, resumiré la moto como «utilizable y adictiva». Las motos deportivas o las superbikes se construyen con un propósito, la Triumph Street Triple R asume esa noción, le da vueltas y la tira, es tan versátil que puedes imaginarte a ti mismo haciendo viajes de 50 km todos los días en el tráfico de tu ciudad hasta la oficina y llegando como el ser más feliz. Esta R aporta un poco de emoción a la vida y se siente igualmente en casa en la carretera o en la pista, pero la R prácticamente hace todo eso y más.
Una de las últimas motos que han pasado por mis posaderas, que me ha hecho disfrutar, haciendo el “hooligan” o en plan tranquilo admirando el paisaje, te permite moverte en ambos extremos de la ecuación.
El buen motor triple, cumple su función de forma magistral, siempre hay par y empuje, además si le das caña, no se desmelena, puedes controlarla de forma sencilla y sin agobios, que divertida.
Sus buenos frenos y suspensiones, hacen que sea mejor moto en su utilización, la paras donde quieres con una gran eficacia, probé a frenar hasta la cocina en algunas curvas y se ha comportado perfectamente. La suspensión trabaja a buen nivel, es firme o flexible, cuando debe ser. Cuando la carretera está hecha un desastre las suspensiones se comportan bien.
Su chasis, me ha gustado, trabaja de forma correcta y te permite hacer el cabra con seguridad, no tiene movimientos parásitos, al contrario es rígido/flexible, está bien estudiado y responde.
Con este pequeño misil, te puedes mover en la carretera al ritmo que desees, siempre teniendo en cuenta lo que pilotas y los riesgos que quieres o puedes asumir, siempre te hará feliz.
Los neumáticos que monta son de buena calidad y te permiten alegrías de forma segura, se calientan rápido y funcionan a muy alto nivel, notas cuando empiezan a deslizar, y eso es un aviso, minimizado por la electrónica.
El cambio rápido (quikshifter) que monta la moto, es uno de los más conseguidos, funciona bien tanto para subir, como para bajar marchas, no es el típico cambio que funciona bien cuando te mueves hacia arriba, pero luego cuando reduces la segunda y la primera, funcionan a patadas puras, este sistema que monta la Street Triple RS, funciona muy correctamente, es un inmenso placer abrir el gas y sin cerrarlo ir subiendo marchas, es adictivo.
Especificaciones: Triumph Street Triple R 2020
MOTOR
Tipo: 3 en línea
Cilindrada: 765cc
Diámetro x carrera: 78,0 x 53,4 mm
Potencia máxima: 118 cv a 11750 rpm
Par máximo: 78,6 Nm a 9350 rpm
Relación de compresión: 12,5: 1
Tren de válvulas: DOHC, 4vpc
Abastecimiento de combustible: EFI
Transmisión: 6 velocidades
Transmisión final: Cadena
CHASIS
Marco: aluminio de doble viga
Suspensión delantera; recorrido: Horquilla delantera de pistón grande Showa invertida de 41 mm totalmente ajustable (BPF); 114 mm
Suspensión trasera: recorrido: asistido por varillaje, totalmente ajustable, amortiguador Öhlins piggyback; 132 mm
Llantas: aleación de aluminio fundido de 5 radios
Rueda delantera: 17 x 3,5
Rueda trasera: 17 x 5,5
Neumáticos: Pirelli Diablo Supercorsa SP v3
Neumático delantero: 120/70 x 17
Neumático trasero: 180/55 x 17
Frenos delanteros: discos flotantes de 310 mm con pinzas monobloque Brembo M50 de 4 pistones
Freno trasero: disco de 220 mm con pinza deslizante Brembo de un pistón
ABS: estándar
DIMENSIONES y CAPACIDADES
Distancia entre ejes: 1404 mm
Lanzamiento: 23,9 grados
Avance: 99 mm
Altura del asiento: 840 mm
Capacidad del tanque de combustible: 17 litros
By MAYAM