Los radares de tramo no destacan por ser los que más multan. Sin embargo, se han convertido en un instrumento eficaz a la hora de reducir los excesos de velocidad en los tramos considerados como puntos negros.
De hecho, según estimaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT), en los lugares en los que hay un radar de tramo se han reducido los accidentes en un 50 por ciento.
Estos radares, a diferencia de los fijos (que solo pueden captar la velocidad en un instante determinado), pueden controlar a qué velocidad ha ido un vehículo de un punto a otro. ¿Quieres saber cómo funcionan y dónde están situados?
¿Qué son los radares de tramo?
Los radares de tramo son dispositivos fijos de control de velocidad compuestos por dos cámaras de visión artificial (infrarroja) sincronizadas situadas en ambos extremos de un tramo de la vía.
La tecnología infrarroja de las cámaras impide que éstas se vean afectadas por condiciones de baja visibilidad o luminosidad, por lo que operan exactamente igual ya sea de día o de noche.
¿Cómo funcionan?
La cámara que hay situada al principio graba y registra la matrícula del vehículo; y la segunda vuelve a hacer lo mismo cuando se rebasa el punto final. Los datos registrados son analizados por un ordenador, que calcula la velocidad media del vehículo y la compara con la que se requiere para completar dicho tramo a la velocidad permitida.
Si el sistema detecta que ha sido superada, envía las fotos (de entrada y de salida) al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de la DGT, desde donde se tramita oficialmente la denuncia y se remite al titular del vehículo a fin de que identifique al conductor infractor. Los radares de tramo funcionan mediante grabación de imágenes y gracias a un sencillo sistema de inteligencia artificial.
Las últimas modificaciones en la Ley de Trafico
La última modificación de la ley de tráfico, en vigor desde marzo de 2022, la normativa ya no permite superar en hasta 20 km/h el límite de velocidad de las vías convencionales durante los adelantamientos, y esto facilita la implantación de los radares de tramo.
Fuente parcial: Mapfre
By MAYAM