La mayoría de carreteras por las que circulamos son de doble sentido, al margen de que prácticamente todas las que valen la pena en cuanto a placer de pilotaje y belleza del paisaje son también de este tipo. Centremos en cómo trazarlas.
Si a lo anteriormente dicho unimos la escasa atención y pésima técnica que demasiados automovilistas exhiben para mantener el coche en su propio carril cuando nos cruzarnos con ellos, considero de vital importancia (nunca mejor dicho, por cierto) destinar unos minutos a reflexionar sobre cómo trazar las curvas para reducir la posibilidad de un choque frontal, sin duda una de las peores pesadillas para el motorista.
Hace algún tiempo descubrí por qué me siento más cómodo y seguro trazando curvas de izquierdas que de derechas. La razón es muy sencilla, mientras en las curvas de derechas tengo que girar pronto (adelantar el punto de giro) para alejarme lo más posible de la trayectoria del coche que viene de frente invadiendo parte de mi carril, en las de izquierdas ocurre precisamente lo contrario.
Curva a derechas: debería girar antes (punto de giro adelantado) para no chocar contra el coche que invade mi carril
En las curvas de izquierdas intento, en cambio, girar lo más tarde posible (retrasando el punto de giro), manteniéndome así a mucha mayor distancia del coche que está invadiendo mi carril. Lógicamente al girar más tarde tendré que hacerlo también más bruscamente para no salirme de la carretera, de ahí la importancia del contramanillar, la única técnica que permite un cambio rápido y eficaz de trayectoria.
Poder girar más tarde en las curvas de izquierdas tiene además estas dos ventajas:
- Permite frenar durante más metros con la moto recta, aprovechando con seguridad la potencia del freno delantero.
- Permite acelerar suavemente tan pronto la moto haya alcanzado la inclinación deseada, cosa que contribuye a mantener una trayectoria estable y precisa a lo largo del resto de la curva.
En relación a esta última ventaja, destacar que en las curvas a derechas el hecho de tener que girar antes para evitar al coche que se entromete en nuestro carril comporta la tendencia a salir demasiado abiertos de la curva, con el consiguiente peligro de que también nuestra moto acabe invadiendo el carril contrario.
Curva a izquierdas: girando lo más tarde posible (punto de giro retrasado) disminuyen las posibilidades de chocar contra el coche que invade mi carril
En carreteras comarcales estrechas estas situaciones son todavía más peligrosas, ya que el margen de maniobra es muy pequeño por parte del motorista, con mayor motivo considerando que la propia inclinación de la moto todavía la acerca más a la trayectoria del coche cosa que, todo hay que decirlo, sólo ocurre en las curvas a izquierdas. En cualquier caso siempre que sea posible recomiendo evitar coincidir con vehículos grandes en medio de las curvas, porque a menudo estos vehículos tienden, por desidia, torpeza o porque se creen que están en un circuito a “cortarlas” girando antes de lo que corresponde y ocupando parte de tu carril.
Me gustaría vivir en un país en el que los demás vehículos te respetan, conducen sabiendo que el más vulnerable eres tú y obrando en consecuencia, facilitan que los adelantes y no sólo no invaden parte de tu carril en las curvas, sino que incluso se apartan un poco del suyo para dejarte más margen de maniobra. Pero claro, eso debe ser ciencia ficción en un país como España, donde las autoridades se ocupan mucho más de sancionar que de formar y educar a los conductores, y las autoescuelas parecen más interesadas en aprobar a sus alumnos que en enseñarles realmente a conducir.
By MAYAM