Macbor ya presentó su trail Montana XR5, una 500 bicilíndrica twin de 471 cc, fabricada por Loncin y posteriormente presentó esta Eight Mile 500, que hoy probamos.

La imagen de esta de esta Eight con un diseño neo-retro, que es atractiva y de buen comportamiento y precio. La STR de Street (la que hoy probamos) y la SCR de Scrambler.

La STR, con su motor bicilíndrico y el mismo chasis doble cuna, horquilla invertida de 41 mm y amortiguador trasero Kayaba. Las llantas de 17 pulgadas detrás y 18 delante con neumáticos de 160 y 110 mm de ancho, con llantas de aleación en lugar de radios.

La electrónica cuenta con el obligatorio ABS, que se puede desconectar delante y/o detrás. Los frenos que monta son unos Nissin con pinza de cuatro pistones y 3 discos Wave, dos delanteros y trasero.

La Macbor Eight Mile STR de buena ergonomía y posición cómoda, con su manillar elevado y ancho, con un diseño sencillo y la ausencia de electrónica, una moto de la vieja escuela, tú lo debes hacer todo.

En su dinámica podemos encontrar un basculante monobrazo, el escape paralelo ubicado en la parte derecha y el faro redondo, etc… pero creo que lo más atractivo de esta moto es su precio, por 6.300 euros.

La moto homologada a Euro5, la pones en marcha y el sonido es bello y el motor tiene un buen par en bajos y medios, es un motor suave, progresivo y lleno y dispuesto a dar todo lo que entrega al girar el acelerador.

Presionamos el embrague por cable y primera y a rodar, el motor suave proporciona una buena capacidad de dosificación de la tracción que no es agresivo en aceleraciones y recuperaciones, con esta moto puedes conseguir un buen ritmo en zona de curvas, con sensación y seguridad.

La STR con llantas de aleación equipadas con neumáticos Pirelli MT60, neumático trail asfáltico.

La parte ciclo es de buena calidad, con la amortiguación de la marca Kayaba, esta no es regulable (el amortiguador, solo en precarga). Los frenos se confían a elementos Nissin, no tienen un mordiente espectacular ni agresivo, pero si progresivo y efectivo, puedes detener la moto dónde y cómo quieras, también equipa latiguillos metálicos, estos ofrecen un buen tacto de maneta y no sufren fatiga ni siquiera tras un uso intensivo.

Haciendo puertos de montaña, o en la ciudad, se muestra ligera y manejable a pesar de la llanta delantera “grande” de 18 pulgadas. Además, su estrecho asiento es perfecto para llegar al suelo, también bien acolchado.

El cuadro digital da poca información, velocidad y kilometraje total y parcial, pero en comparación con otras motos del mercado y de las tendencias actuales, resulta muy escueto.

CONCLUSION

Esta moto con un motor indestructible, unos consumos muy ajustados, con un diseño y una polivalencia perfectos y su precio, todo ello hace que sea una moto a tener en cuenta.

Una moto que en la ciudad se encuentra muy a gusto y por carretera se mueve con una buena agilidad, además llama la atención allá por donde se mueve. Una moto bien hecha y bien rematada, podemos aplicar el dicho popular de las tres “B” (bonita, barata y buena)