El cambio de paradigma en el mundo de las dos ruedas
Durante décadas, la transmisión manual ha sido un pilar fundamental en la experiencia de pilotaje de una moto. La conexión directa entre el piloto, el embrague y la palanca de cambios ha sido vista como una parte intrínseca de la habilidad y el control. Sin embargo, en los últimos años, hemos sido testigos de un cambio significativo, impulsado por la tecnología, la comodidad y la búsqueda de nuevos segmentos de mercado. Las transmisiones automáticas en las motos, antes relegadas casi exclusivamente a los scooters, están emergiendo con fuerza en modelos de mayor cilindrada y de diferentes categorías, desde el touring hasta el off-road. Este desarrollo no solo busca simplificar el uso, sino también mejorar la seguridad, la eficiencia y la accesibilidad para una gama más amplia de usuarios.
Tipos de transmisiones automáticas en motos
Existen varias tecnologías que las marcas han adoptado para ofrecer un pilotaje sin la necesidad de accionar la maneta de embrague y la palanca de cambios con el pie. Cada sistema tiene sus propias características, ventajas y desventajas.
Transmisión de doble embrague (DCT – Dual Clutch Transmission)
Es, sin lugar a duda, el sistema más conocido y exitoso en motos de gran cilindrada. La marca que lo ha popularizado y desarrollado con mayor ahínco es Honda.
Funcionamiento: Como su nombre lo indica, el sistema utiliza dos embragues: uno para las marchas impares (1ª, 3ª, 5ª) y otro para las pares (2ª, 4ª, 6ª). Mientras se está conduciendo en una marcha, la siguiente ya está preseleccionada en el otro embrague. Cuando el sistema detecta que es el momento de cambiar, un embrague se suelta mientras el otro se acopla, realizando el cambio de forma casi instantánea, sin interrupción de la potencia y sin tirones.
Ventajas:
Cambios ultrarrápidos: La rapidez del cambio es uno de sus puntos fuertes, incluso superior a la de un piloto experimentado.
Uso suave: La ausencia de tirones y el control preciso del embrague hacen el pilotaje muy fluido, ideal para el tráfico urbano y el turismo.
Flexibilidad: Ofrece modos de pilotaje completamente automáticos (Drive y Sport) y un modo manual que permite al piloto cambiar de marcha a través de botones en el manillar.
Seguridad: Permite al piloto centrarse completamente en la carretera, la frenada y la trayectoria, sin preocuparse por el cambio de marchas.
Desventajas:
Peso: El sistema añade un peso extra a la moto.
Complejidad: Es un sistema más complejo y costoso de fabricar y mantener que una caja de cambios convencional.
Marca y modelos que lo han adoptado: Honda es la pionera y principal promotora del DCT. Algunos modelos destacados son la Honda África Twin, la Gold Wing, la NT1100, la Rebel 1100 y la X-ADV.
Transmisión manual automatizada (AMT – Automated Manual Transmission)
Este sistema busca mantener la esencia de una caja de cambios manual, pero automatizando el proceso de embrague y cambio de marchas a través de actuadores electrónicos. Es la respuesta de otros fabricantes al éxito del DCT.
Funcionamiento: Utiliza una caja de cambios convencional con la adición de motores eléctricos que activan el embrague y el selector de marchas. El piloto puede elegir entre un modo completamente automático o un modo manual en el que se cambia de marcha con botones, sin necesidad de usar la maneta de embrague.
Ventajas:
Menor peso y complejidad: Suele ser más ligero y menos complejo que un sistema de doble embrague, ya que se basa en la misma arquitectura que una caja de cambios manual tradicional.
Sensación de cambio de marchas: Para aquellos que disfrutan de la sensación de un cambio de marchas, este sistema la conserva de forma más cercana que un CVT.
Desventajas:
No tan suave: Los cambios de marcha pueden no ser tan rápidos y sin interrupciones como en un sistema DCT.
Marcas y modelos que lo han adoptado:
Yamaha: Ha desarrollado su sistema Y-AMT.
KTM: Ha presentado su propio sistema AMT para modelos futuros.
BMW: Su sistema ASA (Automated Shift Assistant) está diseñado para operar un embrague convencional y un selector de marchas con actuadores electromecánicos.
Transmisión variable continua (CVT – Continuously Variable Transmission)
Este sistema es el estándar en el mundo de los scooters, pero se ha adaptado a maxiscooters de alta potencia, desdibujando la línea entre el scooter y la moto de carretera.
Funcionamiento: A diferencia de las transmisiones por engranajes, el CVT no tiene marchas definidas. Utiliza dos poleas de diámetro variable unidas por una correa. Al acelerar, las poleas cambian de diámetro de manera fluida, modificando la relación de transmisión de forma continua, sin escalonamientos.
Ventajas:
Pilotaje sin interrupciones: El motor siempre opera en su punto de par óptimo para una aceleración máxima, sin tirones de ningún tipo.
Simplicidad de uso: Es la transmisión automática más sencilla de utilizar, sin modos ni botones de cambio.
Desventajas:
Sensación de «resbalamiento»: A altas revoluciones, el motor puede sonar como si estuviera «patinando», ya que la relación de transmisión se ajusta para mantener las RPM en el rango óptimo, lo que puede resultar extraño para quienes están acostumbrados a una transmisión por engranajes.
Pérdida de control: El piloto no tiene la capacidad de elegir la marcha y utilizar el freno motor de la misma manera que con una transmisión de engranajes.
Marcas y modelos que lo han adoptado: Es el sistema de transmisión por defecto en casi todos los scooters y maxiscooters, como el Yamaha T-Max, el Suzuki Burgman y el Honda Forza.
El futuro de las transmisiones automáticas en las motos
El debate entre los puristas del pilotaje manual y los defensores de la tecnología automática continúa. Sin embargo, es claro que el futuro de las motos incluirá una mayor diversidad de opciones de transmisión, y las automáticas ganarán cada vez más terreno.
Expansión a nuevos segmentos: Lo que comenzó en los scooters y el touring de alta gama, se está extendiendo a modelos de aventura, naked, cruiser y, en un futuro cercano, incluso a motos deportivas. Marcas como KTM y BMW están invirtiendo en sistemas AMT para sus modelos, demostrando que la comodidad no está reñida con la deportividad.
Integración con la electrónica avanzada: Las transmisiones automáticas del futuro no solo se encargarán de cambiar de marcha. Estarán profundamente integradas con la IMU (Unidad de Medición Inercial) de la moto, ajustando los puntos de cambio en función de variables como el ángulo de inclinación, la fuerza G, la velocidad y las condiciones de la carretera. Esto no solo optimizará el rendimiento, sino que también mejorará la seguridad en situaciones de emergencia.
Hibridación y electrificación: En el contexto de los motores híbridos y eléctricos, las transmisiones automáticas se vuelven aún más relevantes. En los vehículos híbridos, se requerirá una gestión sofisticada para combinar la potencia del motor de combustión y el motor eléctrico. En las motos eléctricas, aunque el concepto de transmisión «automática» desaparece en gran medida debido al amplio par motor disponible desde cero, las marcas podrían explorar sistemas de dos o tres marchas para optimizar la autonomía y la velocidad máxima, como ya se ha visto en algunos modelos de LiveWire y Zero.
Convivencia con el cambio manual: Es poco probable que la transmisión manual desaparezca por completo. La conexión y el placer de pilotar que ofrece a un gran número de motociclistas es insustituible. En cambio, veremos una mayor coexistencia de ambos sistemas. Los fabricantes ofrecerán versiones manuales y automáticas de un mismo modelo, dando al consumidor la posibilidad de elegir la experiencia que más se adapte a sus preferencias y necesidades.
COMENTARIO
Las transmisiones automáticas han dejado de ser una simple curiosidad tecnológica para convertirse en una opción viable y de alto rendimiento en el mundo de las motos. Con la innovación constante de marcas como Honda, Yamaha y KTM, y su integración con los sistemas electrónicos más avanzados, su futuro es prometedor y su presencia en las carreteras seguirá creciendo.
By MAYAM













