El miedo es una emoción inherente al ser humano, un mecanismo de defensa que nos alerta del peligro. Al pilotar una moto, un vehículo intrínsecamente expuesto, el miedo puede manifestarse de diversas formas: el temor a caer, el pánico ante el tráfico de la ciudad, o la ansiedad en carreteras desconocidas. Sin embargo, no todo miedo es constructivo. Aprender a gestionarlo y superarlo es fundamental para convertir el pilotaje en una experiencia segura y gratificante.
Miedos comunes y cómo superarlos
Los miedos al pilotar moto se manifiestan en diferentes situaciones. Identificarlos es el primer paso para combatirlos.
Miedo en ciudad (tráfico y espacios reducidos): La ciudad es un entorno impredecible. El miedo a los coches que cambian de carril sin señalizar, a los peatones que cruzan de repente o a los espacios estrechos es muy común.
Consejos y actitudes: La clave es la visión periférica y la anticipación. Mantén siempre un margen de seguridad con los vehículos de delante. Mira a través de las ventanillas de los coches para detectar posibles peligros. Utiliza los espejos con frecuencia. En los atascos, usa el “lane splitting” (si es legal en tu país) de manera segura y a baja velocidad, y siempre sé visible para los demás.
Miedo en carretera (curvas y velocidad): Las curvas son uno de los grandes atractivos del motociclismo, pero también una fuente de ansiedad para muchos. El miedo a inclinar demasiado, a salir de la trayectoria o a la velocidad puede paralizar al piloto.
Consejos y actitudes: La mejor forma de superarlo es practicando. No entres en la curva con pánico, sino con confianza. Mira siempre a la salida de la curva, nunca al asfalto que tienes delante. Practica el contra-manillar en un lugar seguro. Acelera de forma progresiva a la salida de la curva para estabilizar la moto. Comienza con curvas suaves y aumenta gradualmente la dificultad.
Miedo a la lluvia y malas condiciones: Pilotar bajo la lluvia reduce la visibilidad y la adherencia, lo que genera un miedo natural.
Consejos y actitudes: La actitud defensiva es crucial. Reduce la velocidad, aumenta la distancia de seguridad y evita maniobras bruscas. Utiliza siempre ropa impermeable y con alta visibilidad. Evita las líneas de pintura, las tapas de alcantarilla y las manchas de aceite, ya que son extremadamente resbaladizas. Los neumáticos en buen estado son tu mejor aliado.
Miedo a la falta de habilidad: «No soy lo suficientemente bueno.» Esta es una de las mayores barreras psicológicas. El miedo a cometer un error, a no reaccionar a tiempo o a no tener el control total de la moto.
Consejos y actitudes: La única forma de ganar confianza es con entrenamiento y práctica. Inscríbete en cursos de pilotaje avanzado. Practica frenadas de emergencia y giros cerrados en un estacionamiento vacío. Cada hora que inviertas en mejorar tus habilidades es una hora que le resta al miedo.
Por qué debemos superar los miedos
Superar los miedos en la moto es vital por varias razones:
Seguridad: El miedo puede ser tan peligroso como un exceso de confianza. Un piloto paralizado por el miedo, que frena de golpe en una curva o se pone rígido ante un imprevisto, tiene más probabilidades de sufrir un accidente. La fluidez y la tranquilidad son clave para la seguridad.
Placer y disfrute: La moto es sinónimo de libertad. Si cada salida se convierte en una batalla contra la ansiedad, se pierde la esencia de lo que hace al motociclismo tan especial. Superar el miedo te permite disfrutar de la carretera, del paisaje y de la experiencia.
Control y dominio: Cuando el miedo se apodera de ti, pierdes el control sobre la moto. Superarlo te devuelve el control, lo que te convierte en un piloto más eficiente, más seguro y hábil.
Consecuencias de no superar los miedos
No gestionar los miedos tiene consecuencias directas y perjudiciales:
Inseguridad crónica: La incapacidad para superar el miedo crea un círculo vicioso. Cada vez que el piloto evita una situación por miedo, su inseguridad crece. Esto puede llevar a limitar drásticamente sus rutas y a no disfrutar del pilotaje.
Posibilidad de accidentes: Como se mencionó, el miedo puede provocar reacciones equivocadas. Un piloto con miedo es un piloto reactivo, no anticipatorio. Las frenadas bruscas, el uso indebido de los frenos o la rigidez en el manillar son reacciones que pueden llevar a la caída.
Abandono de la pasión: Si el miedo se vuelve una carga demasiado pesada, muchos moteros terminan colgando las llaves y abandonando una pasión que podría haberles brindado años de alegría. El coste de no enfrentar el miedo es renunciar a la libertad y a la aventura que solo una moto puede ofrecer.
COMENTARIO
El miedo es un desafío que todo piloto, en algún momento, debe enfrentar. La clave no está en eliminarlo por completo, sino en convertirlo en un aliado que nos mantenga alerta sin paralizarnos. La práctica constante, la formación continua y una actitud de humildad y respeto por la máquina son las herramientas más poderosas para transformar el miedo en confianza y la incertidumbre en un viaje inolvidable.
By MAYAM













