Kawasaki Z1100 – 2026 (EICMA 2025)

No es solo un aumento de cilindrada; es el renacimiento del concepto «Supernaked» puro que Kawasaki dejó algo huérfano tras la desaparición de la Z1100. Se sitúa estratégicamente entre la superventas Z900 y la radical Z H2 sobrealimentada.

¿Qué es?:

No es una actualización menor, sino un modelo nuevo basado en la evolución del motor de la Versys 1100.

Sustituye la agresividad cruda de la antigua Z1100 por una sofisticación técnica y electrónica superior.

¿A quién va dirigida?:

Al motorista experimentado que busca una naked de «litro largo» con mucho par motor, que valora la estabilidad y el aplomo por encima de la ligereza extrema de una 900, y que desea una moto imponente para rutas y uso diario sin el mantenimiento o la complejidad de un compresor volumétrico.

Diseño y acabados

Estética «Sugomi»: Mantiene el lenguaje visual de Kawasaki: frontal bajo, colín afilado y un depósito musculoso. Destaca el nuevo carenado inferior con aletas (spoiler) que mejora la refrigeración y la estabilidad aerodinámica.

Calidad: Kawasaki ha elevado el estándar. Los acabados de las piñas, el ajuste de los plásticos y el nuevo escape 4-2-1 con silencioso de gran volumen denotan un producto premium. En la versión SE, los detalles dorados de la horquilla y el verde de las llantas refuerzan su exclusividad.

Ergonomía y habitabilidad

Posición: Se ha revisado el triángulo ergonómico. El manillar es 22 mm más ancho y 13 mm más adelantado, cargando algo más de peso en el tren delantero para mejorar el «feeling» deportivo.

Altura del asiento: Situado a 815 mm, es relativamente accesible para una moto de su porte.

Protección: Nula, como buena naked.

Sin embargo, la instrumentación y el faro están posicionados de forma que desvían el flujo de aire del pecho de manera más eficiente que en la generación anterior.

Instrumentación y electrónica

Equipa una pantalla TFT a color de 5 pulgadas con:

Conectividad: App Rideology y, como novedad, tecnología de control por voz y navegación curva a curva.
Ayudas (IMU de 6 ejes): KCMF: Gestión de curvas de Kawasaki. KTRC: Control de tracción predictivo. KIBS: ABS inteligente con función en curva.
Modos de motor: Sport, Road, Rain y Rider (personalizable).
Quickshifter: Bidireccional (subida y bajada) de serie.
Control de crucero: De serie en ambas versiones.

Motor y rendimiento: «El empuje constante»

El corazón es un tetracilíndrico en línea de 1099 cc.

Potencia: 136 cv (100 kW) a 9000 rpm.
Par motor: 113 Nm a 7600 rpm.

Carácter: No tiene distribución variable, pero sí una carrera 3 mm más larga y un volante de inercia más pesado que su predecesora.

Esto significa que empuja con una contundencia demoledora desde bajas vueltas. Es un motor «eléctrico», muy suave y sin apenas vibraciones gracias a un refinamiento interno exquisito (levas y pistones revisados).

Prueba dinámica (Sensaciones estimadas)

En ciudad: Sus 221 kg en orden de marcha se sienten, pero el buen radio de giro y el embrague asistido/antirrebote la hacen manejable.

El calor está bien gestionado gracias al nuevo diseño del flujo de aire.

Carretera de curvas: El chasis de doble viga de aluminio ofrece un aplomo de tiralíneas. No es tan nerviosa como una Z900; es más estable y plantada. La suspensión delantera (horquilla SFF-BP de 41 mm) absorbe con firmeza, mientras que la trasera (Back-link) evita rebotes incómodos.

Frenada: La versión estándar cumple con nota, pero la SE con pinzas Brembo M4.32 y latiguillos metálicos frena con una mordida y dosificación de superbike.

La verdad incómoda

Peso: 221 kg es una cifra alta comparada con rivales como la Street Triple RS o la MT-09 SP, aunque en marcha se disfraza bien por el centrado de masas.

Costes: Al ser un motor de alta cilindrada con mucha electrónica, el mantenimiento oficial no será económico.

Consumo: Homologa unos 5 l/100 km, pero en pilotaje deportivo es fácil verla subir a los 7 litros. Su autonomía ronda los 300 km gracias a un depósito de 17 litros.

Pros y Contras

A favor (Pros)

Motor elástico: Par motor infinito en cualquier marcha.
Electrónica completa: Incluye control de crucero de serie.
Estabilidad: Aplomo sobresaliente en curvas rápidas.

En contra (Contras)

Peso elevado: Se nota en maniobras en parado.
Estética continuista: Puede confundirse con la Z900.
Sin pantalla regulable: (Típico en naked, pero se echa de menos).

COMENTARIO

La Z1100 es la moto para el que quiere «mucha moto» bajo el asiento. Tiene ese sabor de las naked de antes (grandes, sólidas) pero con el cerebro de una moto de 2026. Personalmente, me la compraría en versión SE, ya que la diferencia en frenos y el amortiguador Öhlins justifican el salto de precio si vas a hacer curvas los fines de semana.

Recomendación de compra:

Cómprala si:

Quieres una naked potente, muy estable, tecnológica y con un motor que no te obligue a jugar constantemente con el cambio.

Evítala si:

Buscas una moto «juguete» para ratonear en curvas muy cerradas o si prefieres la ligereza extrema de una tricilíndrica.