El comportamiento y las habilidades del motorista son determinantes en la prevención de accidentes. Los datos y estudios, como los de la DGT y Fundación Mapfre en España, señalan que muchos siniestros mortales no tienen a otro vehículo implicado, lo que subraya la importancia de la responsabilidad individual.
Exceso de velocidad: Es uno de los factores de riesgo más influyentes en los accidentes mortales. La velocidad excesiva reduce el tiempo de reacción, dificulta el control de la moto en curvas y empeora la gravedad de cualquier impacto.
Pilotaje bajo los efectos del alcohol o drogas: El consumo de sustancias tóxicas afecta drásticamente la percepción, el juicio y los reflejos, aumentando exponencialmente el riesgo de siniestro. Las estadísticas muestran que una proporción significativa de motoristas fallecidos da positivo en alcohol, drogas o psicofármacos.
Falta de experiencia o entrenamiento: Muchos accidentes ocurren por la pérdida de control de la moto, especialmente en curvas. Esto se debe a menudo a una falta de habilidad o a un exceso de confianza. La formación continua y el perfeccionamiento de las técnicas de pilotaje son vitales.
Pilotaje distraído: Al igual que en otros vehículos, el uso del teléfono móvil o cualquier otra distracción reduce la atención sobre el entorno, el tráfico y las condiciones de la carretera.
Actitud de riesgo: El perfil de riesgo, que a menudo incluye a hombres jóvenes (aunque la franja de edad de 35 a 54 años también ha mostrado un aumento en las fatalidades), se asocia a comportamientos imprudentes como las maniobras arriesgadas, la falta de respeto a las normas de tráfico y un pilotaje agresivo.
Factores de riesgo relacionados con el entorno y las vías
El escenario por el que se pilota la moto también juega un papel crucial. Un buen motorista debe ser capaz de «leer» el asfalto y anticipar los peligros.
Malas condiciones de la carretera: La moto es mucho más susceptible a irregularidades en la superficie. Los baches, gravilla, alcantarillas, hojas caídas, líneas de pintura mojadas o parches de asfalto en mal estado pueden provocar una pérdida de tracción y una caída.
Condiciones climáticas adversas: La lluvia reduce la adherencia del neumático, el viento fuerte puede desestabilizar la moto y el hielo negro es uno de los mayores peligros invisibles.
Zonas de riesgo: Las intersecciones y cruces son puntos críticos de accidente. Las colisiones frontales y laterales son frecuentes debido a que otros vehículos no ceden el paso o no perciben la presencia de la moto. Las salidas de vía, especialmente en curvas, también son una de las principales causas de siniestros mortales.
Falta de visibilidad: La baja visibilidad de la moto para otros conductores es un riesgo constante. Los puntos ciegos de los coches y camiones, junto con la falta de atención de los otros usuarios, provocan que la moto «desaparezca» de su campo de visión.
Factores de riesgo relacionados con la motocicleta y el equipamiento
El estado de la moto y la protección que lleve el piloto son elementos de seguridad pasiva y activa que pueden marcar la diferencia entre un simple susto y una tragedia.
Fallo mecánico: Neumáticos en mal estado (presión incorrecta, desgaste excesivo), frenos deficientes o un mantenimiento general inadecuado aumentan el riesgo de perder el control de la moto.
Falta de equipamiento de protección: El casco es el elemento de seguridad más importante y su uso correcto es obligatorio y vital. Sin embargo, muchos motoristas no usan otro equipamiento de protección (chaquetas con protecciones, guantes, pantalones, botas), lo que agrava las lesiones en caso de caída. Las lesiones más comunes en accidentes de moto son fracturas, traumatismos craneales, lesiones en el tronco y las extremidades.
Falta de visibilidad de la moto: Una moto que no tiene sus luces encendidas o que no es de un color llamativo, o si el piloto no lleva ropa de alta visibilidad (especialmente de noche), aumenta su riesgo de ser invisible para otros usuarios.
Factores de riesgo relacionados con otros usuarios de la vía
Aunque el motorista debe asumir la responsabilidad de su propia seguridad, el comportamiento de otros conductores es un factor de riesgo externo fundamental.
Falta de atención a las motocicletas: Muchos conductores de coche simplemente no «ven» a las motos. No las buscan activamente en los espejos, no calculan su velocidad al girar y se olvidan de ellas en sus puntos ciegos.
Maniobras imprudentes: Cambios de carril sin señalizar, incorporaciones bruscas, no ceder el paso en intersecciones y la falta de distancia de seguridad son comportamientos que ponen en grave peligro a los motoristas.
Pilotaje agresivo o distraído de terceros: Un conductor que va a exceso de velocidad, cambia de carril constantemente o está usando su teléfono móvil es un peligro latente para todos los usuarios, pero especialmente para los motoristas.
Siempre que pilotemos, nuestros sentidos deben estar activados al 100×100, nos va la vida y nunca debemos confiar en los demás usuarios de la vía, nunca podremos saber lo que piensan o más bien no piensan que hacer, todo piloto debe tener su máxima atención en el pilotaje y controlar lo más posible su entorno, pensemos que otros vehículos (coches, camiones, autobuses, etc…) nos pueden quitar la vida, en el peor de los casos o provocarnos lesiones que nunca recuperaremos, por lo que, como he dicho, la atención al 100×100, disfrutemos de la moto, pero con la máxima seguridad.
By MAYAM