Antes incluso de que el Paris-Dakar fuera ni siquiera una idea, Anne France Dautheville se había colocado con una Guzzi en la salida del primer Raid Orion de 1972 que recorrió́ la distancia París-Ispahan-Paris.
Cuatro motos no llegaron a la meta en el tiempo establecido… una de ellas, la Guzzi de Anne-France, que se dio por desaparecida durante tres meses.
Durante todo ese tiempo, la prensa del motor, lejos de apoyarla, comenzó a extender el rumor de que era lesbiana, ninfómana y de que había abandonado la moto viajando cómodamente en tren o en camión sin cumplir con los requisitos del Raid.
A la vuelta, indignada por estos rumores, decidió́ dar la vuelta al mundo en moto y demostrar a todos que era capaz de una hazaña mayor.
Este es el germen de: “Y me llevó el viento”, el relato de una vuelta al mundo en clave de comedia, fundamental para entender los logros femeninos que vinieron después a lo largo de la década de los 70, y que muchos entendieron como rebeldía en lugar de lo que realmente eran… que la mujer estaba reclamando (y consiguiendo) una equitativa parcela de igualdad.
«Los amigos me dijeron que me iban a violar, que me iban a asesinar, que me venderían como esclava o para formar parte de un harén; ¡estás loca!, decían. Entonces, cuando partí, todo fue aún más loco porque nadie me dijo que en el momento en el que saliese de Europa, la mujer que viaja sola se convierte en algo prácticamente sagrado, que sería respetada, que todo el mundo querría ayudarme y protegerme. Pero eso lo descubrí después. Ser mujer me abrió muchas puertas, todo el mundo me recibía con los brazos abiertos porque, del hecho de viajar sola, se infería que yo confiaba en la gente. Y entonces la gente confiaba en mí.»
En 1972, se organiza el Raid Orion en el que desea participar, es la primera competición de motos ente París e Isfahán (Irán) organizada por la Guilde europea del du raid y la revista Moto Revue. Es la única mujer entre los 92 pilotos y su candidatura es rechazada en un principio aunque días después finalmente es aceptada. El 31 de julio, forma parte de los pilotos que descienden por la avenida de los Campos Elíseos (París) con una Moto Guzzi V7 prestada. Al llegara a Isfahán decide continuar siguiendo a un grupo de once pilotos por Afganistán y más tarde a cinco pilotos por Pakistán.
El 13 de noviembre, llega a Francia y poco después escribe su primer libro, Une demoiselle sur une moto. A continuación descubre lo que se dice sobre ella en el mundo de la moto: lesbiana, ninfómana y que habría terminado el raid en camión. A partir de ahí decide dar la vuelta al mundo ella sola en una Kawasaki 125 cc de dos tiempos. en 1973, comienza su vuelta al mundo en Canadá pasando, por Alaska, Japón, India, Pakistán, Afganistán, Irán, Turquía, Bulgaria, Yugoslavia, Hungría, Austria, Alemania y Francia.
Esta vuelta al mundo la cuenta en su libro “Y me llevó el viento”. En 1975, da la vuelta a Australia en una BMW Motorrad de 750 cc. En 1978 en una BMW 800 cc viaja desde Cairns a Darwin para el rodaje de la película Follow That Girl!.
En 1981, esta vez en una Honda 250 cc, recorre América Latina. Este sería su último gran viaje que daría lugar al libro “La Piste de l’Or”.
Se dedicó a la botánica y a la literatura durante muchos años dejando a un lado el mundo de las motos.
En 2016, la casa de moda Chloé se inspira en Dautheville para su colección de otoño-invierno basándose en su look motero de la época despertando una nueva corriente de admiradores que no para de crecer.
La decisión
Esta aventurera en un momento de su vida, lo dejó todo atrás. Decidió su vida, viajar por el mundo, con sus peligros y sus alegrías, eligió su moto como única compañía y a descubrir el mundo. Una valiente decisión que con los años fue considerada, la primera mujer en dar la vuelta al mundo en moto y en solitario, una heroína para su época que en su momento fue criticada y menospreciada por parte de la sociedad. Pero esta mujer con su pundonor, decidió su vida y cumplir sus sueños e ilusiones sobre dos ruedas.
La historia de Anne-France, es la que relatamos a continuación: En esa época, trabajaba como redactora de publicidad y tenía una buena vida, la verdad. Pero cuando la rutina diaria pasó a ser, tras unos años empezó a sentir que su vida estaba vacía. Compro su primera moto, una Honda de 50 cc porque no tenía carnet de conducir, y tras la gran huelga general de 1968, en su Francia natal, viajó a pasar unas vacaciones a la Costa Azul. En ese momento descubrió lo que era la felicidad. Así que se saco el carnet de conducir y compro un par de motos Bultaco de carretera, para cada mes de septiembre salir a viajar por las carreteras francesas. Tras varios años fue consciente de que era totalmente feliz un mes al año y solo “un poco feliz” los once restantes. Entonces pensó “Cuando muera solo un doceavo de mi vida habrá sido genial, y el resto habrá sido insignificante ¡Esto hay que cambiarlo”. Esto fue en 1972 y tenía 28 años.
Cada vez que uno piensa en hacer cosas que se salen de lo común todos gritan ¡estás loco! El ser humano y los cambios son dos conceptos que se llevan mal y se combinan fatal. Entonces fue aún más loco porque nadie me contó que en el momento en el que saliese de Europa una mujer que viaja sola se convierte en algo casi sagrado, que sería respetado, a quien todo el mundo querría ayudar y se esforzarían por proteger, y eso lo descubrí después. Ser mujer me abrió muchas puertas, todo el mundo me recibía con los brazos abiertos porque al viajar sola entendían que yo confiaba en la gente. Y así era, manifiesta Anne-France.
Entonces se puso el casco y…
El primer viaje fue un rally, el Raid Orion, y era la única mujer que participaba y las pocas que iban lo hacían como pasajeras de hombres. Participaron 105 pilotos y salieron hacia Isfahán, en Irán, y solo llegaron 92, 11 continuaron hasta Kabul y 5 hasta Rawalpindi en Pakistán, y ahí estaba ella. Aprendió dos cosas: hay que elegir una moto que puedas levantar del suelo tú sola cuando se caiga (ella llevaba una Guzzi 750) y que hay que viaja sola. ¡Definitivamente confirmo que era una persona nada grupal!
El viaje alrededor del mundo la llevó de Canadá a Alaska, y de allí a Japón, India, Pakistán, Afganistán, etc… Eso fue en 1973 con una Kawasaki de 100 cc de color amarillo. En 1975 recorrió Australia en una BMW 750 de color negro, y volvió en 1978 para hacer una película para la ABC con una BMW 800 naranja. En 1981 recorrió Sudamérica en una Honda 250. Tras aquello François Mitterrand paralizó los grandes viajes en Francia cuando prohibió salir del país con más de 5000 francos. Hasta entonces había escrito de viajes pero entonces tuvo que cambiar y se dedicó a las novelas y al periodismo como freelance. No paró de viajar aunque fuera a pequeña escala, yendo a Escocia, Turquía, y recorriendo Francia al completo, por supuesto.
Anne-France, manifestó: “Hay cosas que no puedo borrar de mi mente. Afganistán con el sol desapareciendo en el valle de Bahamian mientras yo lo contemplaba sentada sobre la cabeza del gran Buda. Australia cuando todas las hojas de los árboles volaban con el viento y de pronto descubrí que no eran hojas ¡sino pájaros! Perú, cuando frente a la catedral de Cuzco un hombre plantó su arpa en el suelo, tocó su música y se fue sin ni siquiera mirar a nadie. Y por supuesto aquel lago de agua caliente en Yukón (Canadá), en medio del bosque, donde tomé un baño en plena noche mientras las auroras boreales se dibujaban en el cielo sobre mi cabeza.”
¿Cuál sería el consejo más importante que podrías darle a esas mujeres que quieren viajar solas hoy en día pero no terminan de lanzarse?
“En Turquía el dueño de un hotel me dijo: “Cuando llega una chica extranjera yo sé si viene por sexo, drogas o simplemente buscando la paz”. Ten claras las cosas en tu cabeza. Observa cómo se comportan las mujeres locales, no expongas lo que ellas esconden pero tampoco quieras copiarlas. Eres una mujer extranjera, simplemente muestra tu respeto. Bebe agua embotellada, ante la duda usa pastillas potabilizadoras y come lo que coma la gente local: ¡El mayor asesino en un país caluroso es la comida europea!
No pidas hospitalidad, la gente que te abrirá sus puertas suelen ser los más pobres, compartirán contigo su techo y la poca comida que tengan porque sienten que ese es su deber. Incluso aunque pienses que tú estás arruinada serás diez veces más rica que ellos, y mientras que tú vives, ellos sobreviven como pueden. Un fragmento del libro, que recomiendo leer.
By MAYAM