La FIA y ASO ultiman un nuevo reglamento que cambiará totalmente las reglas del juego. Toyota y Prodrive ya construyen sus nuevos T1+
Nada será igual en el Dakar 2022 en la categoría de coches. La llegada de Audi, y con él el desembarco de las energías alternativas va a revolucionar los vehículos de la categoría T1, los todoterreno prototipos de cross-country.
O, mejor dicho, ya lo ha hecho porque tanto Toyota como Prodrive ya están construyendo sus nuevas máquinas en Inglaterra y Sudáfrica, respectivamente. Los coches que salgan a la primera etapa del próximo Dakar 2022 el día 2 de enero -al menos los de los favoritos al triunfo- no se parecerán en nada a los que lo hicieron en la pasada edición.
Están ultimando el reglamento técnico que regirá en el próximo Dakar y, por extensión, en el nuevo Mundial FIA de Cross Country 2022. Este reglamento técnico, aunque está muy avanzado y debería acabar de perfilarse este mismo verano, aún no está cerrado completamente. Pero sí hay muchas características de los nuevos coches que este medio ha podido conocer en detalle y que pueden cambiar el equilibrio de fuerzas actual.
Hasta cuatro tipos de coches diferentes
Si actualmente la categoría T1, la principal de coches, contemplaba dos opciones diferentes (T1.1 -los 4×4- y T1.2 – los buggies de dos ruedas motrices -), en 2022 habrá hasta cuatro tipos de vehículos. Porque se añadirán los T1 E, la categoría que englobará a los híbridos (Audi) y – si los hubiere, de hidrógeno – y los T1 +, una especie de ‘súper T1’ de combustión que podrán competir a partir del año próximo y donde Toyota y Prodrive podrán dar un importante paso adelante.
Estas dos nuevas categorías surgen a consecuencia del futuro Audi del Dakar, que tendrá unas características técnicas completamente diferentes a los otros coches al incluir componentes eléctricos y las baterías. Por ello, se hace necesario reequilibrar el rendimiento de todas las tipologías de coches para asegurar que ninguno tenga ventaja sobre otros. Y, de paso, acabar con el hándicap de los neumáticos para los 4×4, que les ha impedido luchar por la victoria con el buggy de Mini en los dos últimos Dakar. Algo por lo que Toyota ha clamado en los últimos meses.
Esa categoría T1 E, en la que estará el nuevo Audi de Carlos Sainz, ya está definida a nivel técnico. Serán coches que podrán elegir entre tracción 4×4 o 4×2 (aunque en este último caso sólo hasta 2026), gasolina o diesel (también se contempla ya el hidrógeno) como combustible para la parte térmica y tendrán que ser capaces de completar 500 km en condiciones de carrera más 200 de enlace.
Su velocidad máxima se limitará a 170 km/h – menos incluso que este último año, donde tanto buggies como 4×4 alcanzaban únicamente los 180 – y sus dimensiones serán aún más contundentes, ya que se amplía su anchura máxima a 2,3 metros (los actuales tienen un top de 2,2). El peso mínimo inicialmente será de 1950 kilos.
El recorrido máximo permitido para sus suspensiones será de 350 mm, es decir, en la línea del Mini John Cooper Works Buggy ganador de los dos últimos Dakar (esta era una de sus ventajas clave) y sus neumáticos serán de 37″, es decir, el mismo de los actuales buggies. Por reglamento tendrán únicamente dos ruedas de repuesto.
La categoría T1 + tendrá exactamente las mismas características que los T1 E salvo, lógicamente, por la diferente naturaleza de su motor térmico. La forma de igualarlos con los T1 E será inicialmente a través de la brida de admisión (el famoso restrictor) de sus motores, cuyo diámetro aún no se ha establecido y donde está la gran lucha entre Audi, Toyota y Prodrive, ya que puede ser la clave de la competitividad de cada uno de ellos en el próximo Dakar.
Costes controlados y Balance of Performance
Con este reglamento la FIA considera que los costes de los nuevos coches no serán excesivamente altos ya que tanto Toyota como Prodrive podrían utilizar el mismo chasis actual, aunque esto no parece estar tan claro ya que los actuales están construidos para alojar ruedas de repuesto de menor tamaño… por no hablar de que se les aumenta 100 kilos el peso mínimo, con lo que eso supone a nivel de suspensiones.
La FIA instalará un sistema de adquisición de datos en los coches para poder ajustar el equilibrio de prestaciones (BOP) entre los T1 + y los T1 E. Y se hará modificando la potencia máxima de los híbridos (ya que es más sencillo hacer cambios en el software de su parte eléctrica que modificar un motor térmico) y actuando sobre su peso mínimo, en caso de que fuese necesario.
Dado que estas dos nuevas categorías no podrán entrar en competición hasta el año 2022, la FIA les permitirá inscribirse – aunque sin puntuar ni restar puntos a los coches de 2021 – en las pruebas de la Copa del Mundo previstas para después de verano (Toyota y Prodrive estiman que será para entonces cuando tengan los nuevos coches listos) para que puedan sumar kilómetros de competición, que serán importantísimos de cara a fiabilizar los nuevos prototipos antes del Dakar.
Los buggies y los 4×4 actuales seguirán corriendo
Además de las nuevas clases, se puede confirmar que tanto los actuales buggies (como el que le dio su último triunfo dakariano a Carlos Sainz) como los 4×4 podrán seguir compitiendo en 2022… y en los años siguientes ya que la FIA en ningún momento ha contemplado su eliminación.
Fuente: Marca
By MAYAM