El pilotaje deportivo en carretera y el ritmo deportivo en carretera se refieren a una forma de pilotar que, si bien es más dinámica, debe seguir siendo segura y responsable. Se trata de adaptar el manejo de la moto para aprovechar al máximo sus capacidades y las de la vía, siempre dentro de los límites legales y de seguridad.
¿Qué implica el pilotaje y ritmo deportivos?
No es sinónimo de ir rápido, sino de ir bien. Implica anticiparse a las situaciones, elegir la trazada ideal en las curvas, utilizar el frenado de manera eficiente y gestionar la aceleración para mantener un flujo suave y controlado. Un piloto que pilota deportivamente entiende la importancia de la mirada, la posición del cuerpo y el tacto con los mandos para sentir el comportamiento de la moto.
¿Es seguro y divertido?
Sí, puede serlo, siempre y cuando se haga con cabeza. Un enfoque deportivo del pilotaje puede ser muy gratificante porque:
- Aumenta el control: Al ser más consciente de lo que haces, te conviertes en un piloto más preciso y capaz de reaccionar mejor ante imprevistos.
- Mejora la atención: Mantener un «ritmo» te obliga a estar completamente concentrado en la carretera y en tu entorno, lo cual es fundamental para la seguridad.
- Es divertido: Para muchos entusiastas, la sensación de fluidez y de estar en sintonía con su moto y la carretera es una experiencia muy placentera.
La clave de la seguridad radica en entender que la carretera no es un circuito. El pilotaje deportivo debe ser defensivo, teniendo en cuenta a otros usuarios, peatones y las condiciones cambiantes del asfalto.
Ventajas e inconvenientes
Ventajas
- Mayor seguridad activa: Un piloto con habilidades mejoradas es menos propenso a cometer errores y sabe cómo reaccionar en situaciones de riesgo.
- Pilotaje eficiente: Al aprovechar la inercia y trazar las curvas correctamente, se puede incluso reducir el desgaste de neumáticos y frenos.
- Satisfacción personal: La sensación de maestría y control sobre la moto es una gran recompensa para muchos.
Inconvenientes
- Riesgo de exceso de confianza: Creer que se tienen más habilidades de las que realmente se poseen puede llevar a asumir riesgos innecesarios.
- Confusión con la velocidad: Es fácil confundir «ritmo deportivo» con «ir muy rápido». Si no se gestiona bien, puede llevar a multas o accidentes.
- Mayor desgaste: Aunque en teoría puede ser eficiente, un uso muy agresivo del acelerador, el freno y los neumáticos sin una técnica pulida puede acelerar su desgaste.
¿Pueden adoptarlo todos los usuarios?
En principio, cualquier piloto puede adoptar los principios del pilotaje deportivo. De hecho, es recomendable que todos lo hagan en cierta medida, ya que los fundamentos de la técnica deportiva (como la mirada, la suavidad en los mandos y la anticipación) son la base de un uso seguro y avanzado.
No obstante, la capacidad de ejecutar un pilotaje «deportivo» real requiere:
- Formación: Lo ideal es aprender la técnica de la mano de profesionales en cursos de conducción segura o deportiva, que se realizan en entornos controlados como circuitos.
- Práctica: La habilidad se perfecciona con la experiencia y la repetición.
- Madurez: Es crucial tener la madurez para saber cuándo y dónde aplicar estas técnicas. La carretera abierta no es el lugar para probar los límites.
En resumen, el pilotaje y el ritmo deportivos son herramientas de pilotaje avanzadas. Usadas correctamente, pueden hacerte un piloto más seguro y competente. Usadas incorrectamente, pueden ser muy peligrosas.
Siempre cabeza fría y acumulando experiencia cada minuto al manillar de nuestra moto y se debe ser crítico con nuestros actos, decisiones, pilotaje para luego reflexionar y mejorar la próxima vez al manillar, el tópico: “a la moto no se le debe tener miedo, pero si, mucho respeto” y siempre debe ser así.
By MAYAM