Seguramente en más de una ocasión os habréis hecho la pregunta de qué diferencia existe entre tu deportiva, tal y como sale del concesionario, y el mismo modelo evolucionado para competir en el Mundial de SBK, con el motor potenciado, muchas piezas especiales, neumáticos slick…
Es difícil de descubrir, porque ninguno de nosotros, por rápidos que seamos, tiene el nivel de un piloto de primera línea, ni nos será posible probar una moto oficial de SBK… Pero, ¿y si un piloto oficial rueda con una moto de producción, con la verdadera intención de conseguir un buen crono?
Esto es lo que ha hecho el francés Sylvain Guintoli: desde su casa en el reino Unido se ha desplazado por carretera en una Suzuki GSX-R1000R hasta el circuito de Donington para luego darse unas vueltas, a ritmo de piloto. La clave era rodar con la moto de estricta serie, incluso con los Bridgsetsone RS11 de origen, sin modificar nada, y comparar los tiempos con los que consiguen las motos de Superbikes.
El mejor crono del piloto de pruebas de Suzuki fue de 1´37.50. Los tiempos que marcan las SBK, de promedio, están alrededor del 1’28. Un tiempo que coincide con los que hacían las MotoGP cuando corrían en este circuito, hasta el año 2008.
“Son unos 10 segundos más. No me parece tanto, teniendo en cuenta que he salido con neumáticos de calle, que la moto no ha sido modificada y que no he tocado los ajustes de suspensión, ni nada. Me ha sorprendido estar tan cerca”, explica Guintoli
“Sólo he bajado la presión de los neumáticos, y eso ya significa una gran diferencia”, afirma el piloto francés, para luego afirmar que los moteros “tenemos suerte” de poder comprar algo tan próximo a una moto de competición pura por un precio razonable.
Tras unas vueltas iniciales con las presiones de serie, el francés se detuvo para ajustarlas a un uso en circuito, por un tema de seguridad: “La primera vez que salí a pista tenía el neumático trasero a 3,1 bares de presión… Eso es algo que no te gustará nada, porque pierdes muchísimo agarre y el neumático no trabajará bien”.
Guintoli dejó las presiones en 2,2 y 1,6 bares delante y detrás respectivamente en los Bridgestone, frente a los 2,5 y 2,9 bares recomendadas para su uso en la calle, un importante detalle que bien conocen los que habitualmente realizan tandas en circuito con sus motos particulares…
Redacción