El Espíritu del «Dedo Rampante», Bultaco es una de las marcas más legendarias del motociclismo español, un auténtico símbolo de pasión, innovación y espíritu de competición. Su historia, aunque relativamente corta, dejó una huella imborrable en el mundo de las dos ruedas, especialmente en las disciplinas de campo.
El origen de una leyenda (1958)
La historia de Bultaco está íntimamente ligada a la figura de su fundador, Francisco «Paco» Bultó. Bultó, un apasionado ingeniero y piloto, era socio y director técnico de Montesa, otra de las grandes marcas de motos españolas. Sin embargo, a finales de los años 50, surgieron diferencias irreconciliables en la visión de futuro de la empresa. Mientras Bultó defendía la continuidad en la competición como pilar de la marca, el consejo de administración de Montesa decidió abandonar las carreras.
Ante esta situación, Paco Bultó, junto a un grupo de fieles colaboradores, abandonó Montesa y, en un acto de rebeldía y determinación, fundó una nueva compañía: Bultaco. La fecha clave fue el 17 de mayo de 1958. El nombre, Bultaco, era la combinación de su apellido y su apodo. El icónico logo del «Dedo Rampante» nació de una anécdota: cuando un interlocutor le preguntaba a Bultó si iba a seguir fabricando motos, este se limitaba a señalar con el dedo, en señal de «continuará» o «no te rindas».
La primera moto y los éxitos en carretera
La primera moto de la marca, la Tralla 101, fue un éxito instantáneo. Presentada en 1959, la Tralla 101 se destacó por su rendimiento y fiabilidad, y en su primera competición, ocupó siete de los diez primeros puestos. Esta moto sentó las bases de la filosofía de Bultaco: motos sencillas pero robustas, con motores de dos tiempos y un claro enfoque deportivo.
El éxito en carretera continuó con la mítica Metralla, especialmente la versión MK2, que se convirtió en un referente de su época por su velocidad y prestaciones, siendo considerada la moto de serie más rápida de su clase. Bultaco también se destacó en la competición de velocidad con sus motos de carreras, las TSS (Tralla Super Sport), que consiguieron importantes victorias en campeonatos nacionales e internacionales, y con las que Ángel Nieto y Ricardo Tormo ganarían mundiales en la categoría de 50 cc.
La revolución del trial y la dominación en el Off-Road
Si bien Bultaco era fuerte en carretera, donde realmente dejó su legado más profundo fue en las disciplinas off-road.
Trial: El modelo que marcó un antes y un después fue la Sherpa T. A principios de los años 60, el trial era un deporte incipiente y las motos utilizadas eran pesadas y poco manejables. En colaboración con el piloto inglés Sammy Miller, Bultaco diseñó la Sherpa T, una moto ligera y ágil que revolucionó la disciplina. Miller y otros pilotos como Martín Lampkin y Bernie Schreiber, dominaron el Campeonato del Mundo de Trial, llevando a Bultaco a la cima y consolidando el deporte a nivel mundial.
Motocross y Enduro: La marca también brilló en el motocross con la famosa Pursang, una moto que se ganó una gran reputación en Estados Unidos y que fue pilotada por leyendas como Jim Pomeroy, el primer piloto estadounidense en ganar un Gran Premio del Campeonato del Mundo. En el enduro, el modelo Frontera se convirtió en un ícono de la disciplina, conocida por su robustez y fiabilidad.
El declive y el cierre (1970s – 1983)
A pesar de su éxito en las pistas y en el mercado, Bultaco no pudo escapar a las difíciles circunstancias económicas y políticas de la época. La crisis del petróleo de los años 70, la competencia de las marcas japonesas y la inestabilidad política en España tras el fin de la dictadura afectaron gravemente a la industria de la moto.
La fábrica de Bultaco, que había sufrido varias huelgas, cerró sus puertas por primera vez en 1979. Aunque hubo un intento de reabrir en 1980 y la producción se reanudó de forma limitada, la situación era insostenible. En 1983, la producción cesó definitivamente.
El legado y los intentos de resurgimiento
El nombre de Bultaco nunca murió. Sus modelos se convirtieron en objetos de culto para coleccionistas y restauradores. Hubo varios intentos de revivir la marca, como la reedición de la Bultaco Lobito por parte de Derbi en los años 90.
El intento más ambicioso de resurgimiento se produjo en 2014, cuando una nueva compañía, Bultaco Motors, anunció su regreso al mercado, esta vez con modelos de motos eléctricas. Lanzaron la Brinco, un híbrido entre moto y bicicleta eléctrica. Sin embargo, el proyecto no logró la viabilidad económica necesaria y la empresa entró en concurso de acreedores en 2018, poniendo fin a este intento de renacimiento.
Hoy, el espíritu de Bultaco y el «Dedo Rampante» perviven en el recuerdo de los aficionados, en los clubes de motos clásicas y en los talleres donde se siguen restaurando con cariño las emblemáticas Metralla, Sherpa y Pursang. Bultaco no fue solo una marca, fue un símbolo de una época dorada del motociclismo español que puso a sus motos y a sus pilotos en la cima del mundo.
By MAYAM














