Pilotar una moto bajo la lluvia transforma la experiencia de uso en un reto de concentración, técnica y respeto. La lluvia no solo reduce la adherencia del asfalto, sino que deteriora la visibilidad y castiga al cuerpo con el frío y la humedad. Adoptar las precauciones adecuadas, el equipamiento ideal y una mentalidad serena es crucial para completar el trayecto con seguridad.
Equipamiento ideal: La barrera absoluta
El equipamiento en lluvia tiene dos objetivos fundamentales: mantenerte seco y garantizar la visibilidad.
Protección de la visión (El elemento más crítico)
Lámina antivaho (Pinlock): Es un accesorio imprescindible que debe llevar todo casco integral. Crea una cámara de aire aislante entre el visor exterior y el Pinlock, evitando que el vaho se forme por la diferencia de temperatura entre la respiración del piloto y el ambiente.
Tratamientos repelentes de agua: Se pueden aplicar ceras o productos hidrofóbicos al exterior del visor para que las gotas de agua resbalen fácilmente.
Limpieza constante: Llevar un pequeño paño de microfibra o una esponja en el guante (o usar un limpiaparabrisas de goma en el dedo índice del guante) para limpiar rápidamente el visor en paradas.
Casco y luces: Asegurarse de que el casco esté en perfecto estado y las luces (bajas y de posición) estén siempre encendidas. El uso de luces de emergencia (intermitentes dobles), donde esté permitido, ayuda a ser más visible en aguaceros fuertes.
Impermeabilidad total (De pies a cabeza)
Traje o conjunto impermeable: Es la mejor inversión. Puede ser un mono de una pieza (máxima estanqueidad, más lento de poner) o un conjunto de dos piezas (más versátil). El material ideal debe tener costuras termoselladas o vulcanizadas para evitar filtraciones.
Consejo: Si es un conjunto de dos piezas, asegúrate de que el pantalón va por fuera de las botas y las mangas de la chaqueta van por fuera de los guantes para que el agua escurra sin entrar.
Guantes impermeables: Deben ser de buena calidad, impermeables (con membrana Gore-Tex o similar) y lo suficientemente largos para cubrir la manga de la chaqueta. Las manos frías o mojadas pierden sensibilidad y precisión.
Botas y cubrebotas: Usar botas de moto impermeables y con suela antideslizante. Si no son 100% impermeables, usar cubrebotas de goma o silicona por encima.
Elementos reflectantes: El equipamiento debe incorporar bandas o parches reflectantes de color vivo para maximizar la visibilidad ante el resto de vehículos en condiciones de poca luz.
Pilotaje adaptado: La suavidad es la amiga
La conducción bajo la lluvia requiere una revisión total de los automatismos adquiridos en seco. El principio rector es la suavidad y la anticipación.
Frenada y aceleraciones progresivas
Reducción de velocidad: Circular a una velocidad significativamente inferior a la habitual.
Frenada: La distancia de frenado se duplica en mojado.
Anticipación: Frenar mucho antes de lo normal.
Doble freno: Utilizar siempre ambos frenos (delantero y trasero) de forma gradual y equilibrada. Iniciar suavemente con el trasero para asentar la moto y luego aplicar el delantero con firmeza controlada.
ABS y Modos RAIN: Si la moto tiene ABS, este es tu mejor aliado, pero no debes confiarte. Si tu moto tiene Modos de motor, selecciona el modo «Rain» o «Lluvia»; este suele suavizar la respuesta del motor (acelerador) y aumentar la intrusión del Control de Tracción y ABS.
Aceleración: El motorista debe ser muy delicado con el puño del gas, especialmente al salir de las curvas o al arrancar. Un golpe de gas brusco puede provocar que la rueda trasera patine (pérdida de tracción).
Trazada y observación del asfalto
Primera Lluvia: Los primeros minutos de lluvia son los más peligrosos, ya que el agua se mezcla con el polvo, aceite y restos de goma del asfalto, creando una película extremadamente resbaladiza.
Trazada de la curva: Evitar inclinaciones extremas. La trazada debe ser más abierta y menos «agresiva» para mantener la moto lo más vertical posible, maximizando la superficie de contacto del neumático.
Evasión de peligros:
- Marcas viales: La pintura de pasos de cebra y las líneas continuas son muy resbaladizas. Evitarlas a toda costa.
- Elementos metálicos: Tapas de alcantarilla, rejillas de desagüe y raíles de tranvía son como hielo.
- Aquaplaning: Al cruzar charcos grandes, mantener el gas suave y constante y el manillar recto. No frenar bruscamente ni cortar gas, ya que esto desestabilizaría la moto al recuperar el contacto con el asfalto.
- Rodadas de coches: Circular, si es posible, por la rodera dejada por los coches, ya que esta zona suele estar más limpia y con menos agua.
Nuestras sensaciones: Gestión mental del riesgo
Pilotar bajo la lluvia es también un ejercicio mental que requiere gestionar la incomodidad y el estrés.
La postura y la calma
Relajación corporal: Es tentador tensar el cuerpo, encorvarse y agarrar el manillar con fuerza. Esto es contraproducente, ya que resta capacidad para absorber los movimientos de la moto y aumenta el riesgo de caídas por rigidez. Hay que intentar mantener una postura relajada pero alerta, utilizando las piernas para sujetar la moto y el abdomen para mantener la estabilidad.
Mirada lejana: La anticipación visual es vital. Mantener la mirada lejos, escaneando constantemente el asfalto en busca de zonas de menor agarre (cambios de color, brillo extraño, charcos, suciedad) y anticipando los movimientos del tráfico.
El factor frío y distracción
Concentración: El frío y la humedad penetran y se convierten en una distracción. Un buen equipamiento ayuda a eliminar este factor de estrés, permitiendo que la mente se concentre al 100% en el pilotaje. Un piloto mojado y con frío es un piloto distraído y lento en sus reacciones.
Humildad: El motorista debe aceptar que el riesgo ha aumentado exponencialmente. Si el aguacero es demasiado intenso y la visibilidad es nula, la mejor decisión de pilotaje es detenerse en un lugar seguro (gasolinera, área de descanso) y esperar a que pase la peor parte. Es mejor llegar tarde que no llegar.
COMENTARIO
La lluvia exige al motorista una mezcla de suavidad milimétrica en el control de la moto, una preparación del equipo sin escatimar y una mente fría que prime la seguridad por encima de la velocidad. Es la única forma de dominar el elemento sin sucumbir a él.
Gass y benzina, decimos en mi tierra (gas y gasolina), siempre debemos ser los que dominados nuestra moto y nuestro pilotaje, cuando pilotamos bajo la lluvia, se suele tener cierto temor y esto nos provoca agarrotamiento y falta de fluidez en el pilotaje, por lo que es importante ser conscientes de lo que tenemos por delante y adoptar las medidas y acciones aprendidas y correctas.
By MAYAM













