Los discos de freno, normalmente siempre los hemos visto iguales sin una evolución y desarrollo diferentes, pero Galfer fue la primera marca en fabricar los frenos lobulados en su perímetro exterior, ahora ha presentado sus discos Floatech en versión de calle, pues, ya han sido y son utilizados en competición.
Floatech
De este tipo de discos hay dos versiones, la innovación consiste en el sistema de unión de la pista de frenado con el soporte que la sujeta a la llanta.
Los sistemas tradicionales de unión entre la pista y la campana utilizan unos cilindros en el interior los anclajes del soporte y por el exterior la pista de frenado. De esta manera sólo se permite el movimiento de la pista sobre ellos lateralmente.

El sistema patentando por Galfer, Floatech, cambia la forma de anclaje, el disco dispone de unos soportes rectangulares que encajan en unas aberturas en la campana. El movimiento entre ambas piezas sigue restringido al desplazamiento lateral de ambas, pero ahora la zona de contacto es todo el lateral del soporte, reduciendo considerablemente el estrés de la unión porque la presión está más repartida. Esto se consigue con un cilindro, pero que está alojado en un taladro en el soporte de la pista, sin más esfuerzo que controlar este movimiento, de manera que puede ser mucho más pequeño. Este conjunto es una de las principales diferencias entre los discos de carreras y los de las motos de calle. Los primeros pueden desmontarse, de manera que el cilindro está fijado con un circlip que puede extraerse, mientras que en los de serie no es posible.

Dos versiones
Las regulaciones obligan a que no se pueda manipular el sistema de frenado, por lo que el cilindro está remachado en la parte interior del disco. La unión de ambas piezas debe tener controlado el desplazamiento, y para ello se coloca una arandela de diafragma entre el cierre interior del cilindro y su sistema de cierre, que proporciona una cierta presión desplazando lateralmente la pista hacia el exterior, pero manteniendo su capacidad de movimiento.

En la versión de carreras la presión es menor que en la de calle, que necesita que haya menos ruido y vibraciones. En las carreras en muy importante que las pastillas estén siempre muy cerca del disco para que la frenada sea inmediata. Otras variaciones de las dos versiones del Floatech son que el cilindro es de aluminio en vez de acero para reducir el peso y que la pista tiene otra forma con taladros circulares, menos variación de diámetro en el perímetro exterior y unos resaltes en la zona interior para aumentar la refrigeración. Los discos de carreras, que están más estresados, habitualmente son también más anchos para resistir los esfuerzos y tener más inercia de temperatura.

En ambos tipos de discos, su diseño lobulado sirve para mejorar la refrigeración y los taladros, que en los de serie son alargado para disipar calor y evitar bloqueos. Los discos Galfer tienen la certificación R90 y FIM Quality Product. De momento se han creado 20 referencias de discos diferentes, que en conjunto logran modelos homologados para la mayoría de las motos.
Están disponibles en diámetros de 330 mm, 320 mm, 310 mm,309,5 mm y 298 mm, con espesores de 5,0 mm y 4,50 mm. La diferencia entre ellos además del tamaño es la forma de la campana para el anclaje en la llanta, y se sirven con homologación individual para cada modelo de moto.

Fuente parcial: Motociclismo
By MAYAM