¿Cuáles son las características?
El principio del funcionamiento de los motores eléctricos se basa en un electroimán que se encuentra montado en un eje y que se denomina “rotor”. Su eje le permite girar libremente entre los polos magnéticos. La potencia del motor eléctrico se expresa en kw.
A diferencia de las motos tradicionales que funcionan con combustión de combustible, las motos eléctricas utilizan una batería.
Hay dos tipos de baterías:
- Las de plomo que tienen unos 500 ciclos completos de duración.
- Las más modernas de litio que tienen entre 1000 y 2000 ciclos completos.
¿Cuánto duran las baterías?
La autonomía de las motos eléctricas depende de varios factores:
- El peso transportado.
- Las características del terreno.
La autonomía: con una batería de plomo, lo normal es que se puedan realizar entre 45 y 70 km. Si la moto eléctrica dispone de una batería de litio puede completar entre 70 y 120 km.
Como todos sabemos, las motos que funcionan con electricidad obtienen ésta de una batería (o más de una en ciertos casos), que en muchos modelos es extraíble (salvo cuando pesan demasiado) para facilitar la recarga en casa, en el garaje o donde nos apetezca.
La inmensa mayoría de las baterías que se usan actualmente en vehículos eléctricos son de iones de litio (Li-Ion). Éstas son, básicamente, iguales que las que usan los smartphones, pero con más tamaño y capacidad.
¿Cómo se realiza la recarga de la batería?
La mayoría de las baterías son extraíbles y pueden enchufarse a la corriente normal de 220V. El tiempo de recarga es de entre tres y seis horas dependiendo del tamaño de la batería. En las ciudades y en otros puntos del país ya hay estaciones de servicio que cuentan con puestos en los que el tiempo de recarga es mucho menor. Por suerte hay proyectos estatales y privados para instalar puestos de carga en todo el país en centros comerciales, gasolineras (electrolineras) y estacionamientos.
Aparte de lo anterior, cada batería también incluye un módulo de control de tensión y un sensor de temperatura, pues las baterías de litio pueden llegar a incendiarse o a estallar si alcanzan altas temperaturas o se desestabilizan químicamente. Por eso, en caso de sobrecalentamiento, se cancela el paso de corriente.
¿Cuál es el impacto ambiental que producen?
Seguramente habrás escuchado de las ventajas en relación con el medio ambiente. Y es que, además de que las motos son silenciosas, no contaminan porque no emiten humo ni gases, por eso en este momento en donde debemos tener vital importancia al cuidado de nuestro planeta, la moto eléctrica es una gran opción para ayudar.
¿Qué mantenimiento tienes que hacerle a una moto eléctrica?
El mantenimiento de las motos eléctricas, por sus características técnicas, son mínimos porque no requieren cambios de aceite, filtros de aire, ni refrigerantes y que las reparaciones son más limpias ya que no usan combustible.
Del mismo modo que es conveniente saber cómo funciona un motor de explosión si conduces un vehículo de los de toda la vida, también debería interesarte tener al menos unas nociones elementales de cómo es el mecanismo que va a sustituir a los motores de gasolina (y por qué funciona tan bien).
Una parte muy positiva de los motores eléctricos es que, por lo general, son muy sencillos. Ese es uno de sus grandes beneficios: su simplicidad. Y al ser tan sencillos, pues es muy difícil que se averíen o se rompan.
El mantenimiento de un motor eléctrico durante su vida útil suele ser igual a cero, lo cual es maravilloso: no hay que cambiar aceites, ni bujías, no hay que hacer reglaje de válvulas, ni cambiar correas, ni nada de nada.
Otra gran ventaja es que el número de piezas que componen un propulsor eléctrico es muy pequeño en comparación con un motor de combustión. Y aquí no hay fricción, no hay piezas de metal rozando indefinidamente unas con otras, no hay fuego ni explosiones internas, ni carbonilla, ni gases. El desgaste (teórico) es muy leve.
Los principios básicos de un motor eléctrico de hoy en día son, en esencia, los mismos que hace casi 200 años. El inversor, también conocido como conversor o incluso controlador, es el componente encargado de dosificar el paso de energía de la batería hacia el motor y los componentes electrónicos de la moto, como intermitentes, faros o el cuadro de información, que generalmente suele ser una pantalla LCD o TFT.
Otra función vital del inversor es transformar el tipo de corriente de la batería (continua) al tipo de corriente que admiten tanto el motor como los componentes (alterna). También hace lo propio con el voltaje. Sin este papel fundamental del controlador, todo lo que se conectara a la batería… digamos que no acabaría muy bien, y no queremos eso.
Una cosa que has de saber por seguridad es que hay motos que utilizan componentes con alta tensión. Todo lo que supera los 60 voltios se considera dentro de esa categoría, y es muy peligroso si se produce un contacto con las manos desnudas o cualquier otra parte del cuerpo.
Por eso, todo el cableado interno de la moto que funciona a alta tensión va envuelto en un tubo naranja chillón que es un aviso de que no debes manipularlo bajo ningún concepto salvo que sepas muy bien lo que haces. Normalmente, en esos casos, las motos suelen llevar una segunda batería auxiliar de 12,5 voltios, que es la que alimenta a los componentes eléctricos (salvo el motor) para que no se mezclen cables de alta tensión con cables de baja.
¿Qué te parece ese dato como indicador de fiabilidad?
La cuestión es que esa versión primigenia ya contenía los elementos básicos que producen el movimiento giratorio: un estator (o estátor) y un rotor. No te asustes, que luego te lo explico.
En el caso de los motores que van dentro del chasis, si bien el funcionamiento interno es el mismo, la fuerza final del motor va dirigida a un piñón de ataque (igual que en las motos tradicionales) y en esta modalidad si necesitan una cadena o correa para transmitir la fuerza a una corona, que irá en la rueda trasera, como las que ya conocíamos de toda la vida.
Este segundo tipo de configuraciones son menos habituales que las anteriores, sin embargo, permiten alterar el par motor cambiando el piñón y la corona. Las otras versiones, técnicamente, también podrían jugar con el par, pero en este caso es mucho más complicado, y necesitarían usar unas piezas especiales conocidas como engranajes planetarios o trenes reductores.
El par motor es un asunto capital.
En un motor eléctrico, el par máximo está disponible desde el segundo uno en que se produce el movimiento, lo que se refleja en aceleraciones fulgurantes incluso en vehículos homologados como ciclomotores. Esta es una ventaja enorme con respecto a las motos de gasolina, que sólo entregan la potencia y par máximos a determinadas revoluciones.
Otro aspecto que debes tener en cuenta es que una moto eléctrica no tiene cambio de marchas. No lo necesita. Ya tienes ahí otro montón de piezas que no se pueden romper porque no están. Sin embargo, algunas marcas están implementando mapas de potencia intercambiables en cualquier momento, que simulan ser marchas, para que la gente se vaya acostumbrando.
Y, por último, el encargado de ordenar la entrada de corriente al motor es, cómo no, el acelerador de la moto, que, en este caso, lógicamente, no lleva un cable que activa las mariposas de la inyección… sino que es un potenciómetro eléctrico que indica al inversor qué carga transmitir a la rueda.
¿Cómo se produce el movimiento?
Los motores eléctricos de las motos funcionan a base de electroimanes, y son de tipo brushless (sin escobillas), lo que viene a implicar que el movimiento se produce sin rozamiento de piezas internas.
Motores sin escobillas
Pues bien, digamos que los motores sin escobillas de las motos no necesitan esos apéndices para nada. La energía llega por cable a la parte central del motor y enciende una serie de electroimanes. Y aquí es donde entran en juego el estator y el rotor.
Haciendo esto muy resumido, el estator es la pieza perimetral (circular) del motor, que es fija y va envuelta en bobina de cobre. Está formado por un número determinado de pequeñas secciones, colocadas diametralmente unas frente a otras, cada una de ellas con una polaridad opuesta (positivo/negativo). El rotor, como puedes imaginar por el nombre, es la pieza que gira, y va en la parte central del motor.
Mediante la entrada de electricidad, las distintas secciones opuestas del estator se van encendiendo y apagando, haciendo reaccionar por magnetismo al rotor, y a su vez a la llanta a la que va unido, consiguiendo así que avance la moto. Cuanto más deprisa se enciendan y se apaguen las secciones del estator, más rápido girará el rotor.
El concepto es bastante sencillo. Y el mecanismo, en realidad, también lo es. Infinitamente más que fabricar un motor de combustión, vaya… Y esa es la razón por la cual muchas nuevas marcas se han lanzado a fabricar motos eléctricas, o que haya bastantes proyectos caseros de transformación de motos de gasolina en eléctricas: los materiales están al alcance de cualquiera con unos pocos conocimientos en electrónica.
By MAYAM