Una amplia experiencia y la capacidad de desarrollo de BMW i se emplean ahora de una forma completamente innovadora. El resultado es un conjunto formado por un potente, compacto y ligero propulsor junto al almacenamiento de energía, para una experiencia de vuelo única con el Traje de Alas Electrificado de BMW i. La unidad de vuelo del Traje de Alas Electrificado de BMW i consta de dos hélices de carbono encapsuladas que actúan como impulsores, cada una con una potencia de 7,5 kW, que se mueven a una velocidad de unas 25.000 rpm y con una potencia conjunta de 15 kW disponibles durante aproximadamente 5 minutos. El diseño del sistema de propulsión y el exclusivo desarrollo del traje de alas es el resultado de la cooperación entre Peter Salzmann y el equipo creativo de Designworks. La filial de BMW Group ha tenido gran influencia en el diseño de la marca BMW i desde sus inicios al aplicar su creatividad no sólo en el sector de la automoción, sino también para numerosos clientes internacionales de otras ramas de la industria.
Ya han pasado unos 3 años desde que surgió la idea de hacer un vuelo con un traje de alas con una propulsión eléctrica adicional hasta su estreno en los Alpes austriacos. Durante este tiempo, el pionero de los deportes aéreos Peter Salzmann y sus socios en BMW i y Designworks han trabajado conjuntamente en los detalles del traje y el sistema de propulsión. El sistema de propulsión eléctrica de doble hélice, que incluye una unidad de almacenamiento de energía, se ha integrado perfectamente en la parte delantera del traje de alas. Las pruebas en el túnel de viento del Centro de Pruebas de Aerodinámica de BMW Group en Munich han supuesto una parte importante del programa de desarrollo del proyecto.
El salto desde un helicóptero, el vuelo con tecnología BMW eDrive y el aterrizaje con paracaídas.
El proyecto del traje de alas electrificado de BMW i se ha llevado a cabo gracias a la aspiración de Peter Salzmann por elevar el deporte de los trajes de alas a un nuevo nivel. El austriaco, de 33 años, es instructor de paracaidismo, al tiempo que también ha hecho del salto base y del paracaidismo su profesión. Además de formación en paracaidismo y vuelo con traje de alas, también ejecuta acrobacias para cine así como actuaciones en distintos espectáculos. Cuando salta desde un acantilado o desde un avión, Salzmann utiliza la capa de tejido que se extiende entre los brazos y las piernas de su traje de alas como un parapente que le permite generar un movimiento de vuelo horizontal aprovechando la velocidad de caída y el flujo del aire. Por cada metro de descenso se pueden lograr hasta tres metros de vuelo horizontal. Los paracaidistas con traje de alas pueden alcanzar velocidades superiores a los 100 km/h.
El objetivo del sistema de propulsión eléctrico es aumentar el rendimiento del traje de alas para lograr un planeo constante, lo que permite cubrir mayores distancias. Al activarse, explica Salzmann, el piloto experimenta una aceleración inmediata, lo que le permite volar a velocidades superiores a los 300 km/h. Para el vuelo inaugural con el Traje de Alas Electrificado de BMW, Salzmann voló en helicóptero junto con otros dos pilotos con traje de alas sobre las cimas de las montañas de su Austria natal. Inmediatamente después del salto, desde una altitud de 3.000 metros, los tres volaron en formación en dirección a un macizo montañoso. Con la ayuda del motor eléctrico, Salzmann aceleró más rápido que sus compañeros y fue capaz de volar a través de la cima en un vuelo empinado. Tras volar una vuelta más, se encontró con los otros dos pilotos que habían planeado alrededor de la montaña. Los tres pilotos con traje de alas finalmente abrieron sus paracaídas y aterrizaron en el destino acordado.
Tras su exitoso estreno, Peter Salzmann y los expertos de BMW i y Designworks continúan el trabajo de desarrollo del primer traje de alas con motor eléctrico del mundo. El austriaco está convencido de que la tecnología de propulsión eléctrica dibujará el futuro, no sólo en la carretera, sino también en el aire. Para él, el proyecto del Traje de Alas Eléctrico de BMW i demuestra claramente que algunas posibilidades que hasta ahora eran inimaginables pueden hacerse realidad gracias a la movilidad eléctrica.