Con la llegada del invierno, muchos motociclistas se enfrentan a la misma disyuntiva: guardar la moto hasta la próxima primavera o, por el contrario, seguir disfrutando de las dos ruedas a pesar del frío, la lluvia y las carreteras con menor agarre. La decisión final depende de varios factores, como las condiciones climáticas de tu región, el tipo de moto que tengas, y tu propia preparación y nivel de experiencia.
¿Qué factores considerar?
Condiciones climáticas: En regiones con inviernos suaves, seguir rodando es una opción viable. En cambio, si las temperaturas caen por debajo de cero, hay riesgo de hielo o nieve, aparcar la moto es la decisión más segura. El asfalto frío reduce drásticamente el agarre de los neumáticos y, en caso de heladas, el riesgo de caída es muy alto.
Tipo de moto: Las motos naked o con poca protección aerodinámica exponen más al piloto al frío y al viento. Por el contrario, las motos touring o trail, con grandes cúpulas y carenados, ofrecen una mayor protección.
Preparación personal: Una equipación de invierno adecuada es la clave para seguir rodando. Un buen equipamiento te protege del frío, la lluvia y el viento, haciendo la experiencia mucho más agradable.
Consejos para la preparación de la moto
Si decides seguir rodando, es crucial preparar tu moto para que el invierno no la deteriore.
Neumáticos: El agarre es tu mejor amigo en invierno. Un buen par de neumáticos de invierno para moto (si es que tienes el presupuesto y el tiempo para cambiarlos) o unos neumáticos de touring con buen dibujo y en buen estado marcan la diferencia. Revisa la presión con regularidad, ya que el frío la reduce. Si tus neumáticos están en las últimas, es el momento perfecto para reemplazarlos.
Batería: El frío es el enemigo número uno de las baterías. Considera instalar un cargador de mantenimiento, especialmente si la moto no se usa a diario. Esto evitará que se descargue por completo, lo que acorta su vida útil.
Frenos y suspensión: Revisa el estado de las pastillas de freno y el nivel del líquido de frenos. La humedad y el frío pueden afectar el rendimiento del sistema de frenado. Unas suspensiones bien ajustadas te ayudarán a mantener el control en superficies resbaladizas. Considera endurecer la suspensión para compensar la menor adherencia.
Cadena y lubricación: La sal de la carretera y la humedad son muy corrosivas. Es fundamental limpiar y lubricar la cadena con más frecuencia de lo habitual para evitar la oxidación. Un buen lubricante para uso en mojado es una excelente inversión.
Iluminación: La visibilidad es clave. Asegúrate de que todas las luces (faros, intermitentes y luces de freno) funcionen correctamente. Limpia las ópticas con regularidad y considera instalar luces antiniebla o auxiliares si tu moto no las tiene.
Consejos para la preparación personal
Una buena equipación no solo te protege del frío, sino que también mejora la concentración y el confort en ruta.
Casco y visera: Elige un casco con buen aislamiento y, sobre todo, utiliza una visera Pinlock anti-vaho. Sin ella, la condensación interior dificultará tu visión y aumentará el riesgo.
Ropa: Vístete a capas para atrapar el calor. Una capa base térmica es la clave, seguida de una capa intermedia aislante (como un forro polar) y, por último, una chaqueta y pantalón de cordura impermeables y con forro térmico desmontable.
Guantes y botas: Unos guantes de invierno gruesos e impermeables son obligatorios. Las botas impermeables y con suela antideslizante también son esenciales. Si tienes el presupuesto, considera los guantes y puños calefactables.
¿Cómo aparcar la moto si decides no rodar?
Si has decidido que lo mejor es guardar tu moto, aquí te damos algunos consejos para una buena hibernación.
Limpieza a fondo: Lava la moto para eliminar toda la suciedad y los restos de sal de la carretera. Sécala bien para evitar la corrosión.
Llenar el depósito: Llena el depósito de gasolina al máximo para evitar la condensación y la formación de óxido en el interior.
Desconexión de la batería: Si no tienes un cargador de mantenimiento, es mejor desconectar la batería.
Presión de los neumáticos: Aumenta la presión de los neumáticos a 3,5-4 bares. Esto evitará que se deformen por el peso.
Lugar de almacenamiento: Si tienes un lugar cerrado, guárdala ahí. Si no, utiliza una funda transpirable para protegerla de la intemperie.
Al final, la decisión es personal. Si te sientes cómodo y preparado, el invierno puede ser una estación llena de rutas sorprendentes y con carreteras con menos tráfico. ¿Te atreves a disfrutar del invierno sobre dos ruedas?
By MAYAM