Los entusiastas de los modelos de diseño clásico o neo clásico, cada día son más, los que valoran no solo el rendimiento, sino también el estilo y el patrimonio histórico. La Yamaha XSR900 es un ejemplo de ello, ya que equilibra lo mejor de la ingeniería moderna con un aspecto que se remonta a las icónicas motos de tiempos pasados.

La XSR comparte su base mecánica con la MT-09, pero, destaca por su carácter único. El motor de tres cilindros, la electrónica avanzada y la ciclistica moderna la convierten en una moto ágil y potente. Pero, su encanto reside en su diseño: líneas inspiradas en las clásicas café racers, un depósito musculoso y un faro redondo que se remontan a una época en la que la estética era tan importante como el rendimiento.

Una de las grandes ventajas de modelos como la XSR900 es su capacidad de personalización al gusto de cada usuario. Incluso sin acceso a la edición Ceramic Ivory, es posible recrear su impacto visual a través de personalizaciones. Desde un nuevo trabajo de pintura hasta un asiento de cuero hecho a mano, hay innumerables formas de transformar una moto ordinaria en una pieza única.

Yamaha ha llevado el factor nostalgia aún más lejos con la edición especial Ceramic Ivory, exclusiva para el mercado japonés, de momento. La combinación de tonos tierra en el asiento y el sutil gris del tanque crean un aspecto sofisticado y minimalista. Es un homenaje visual a la historia de Yamaha, reinterpretada con un toque moderno.
By MAYAM