El espíritu motero es algo que resuena profundamente en el corazón de quienes aman las motos. No es solo una afición, sino una forma de vida. Permíteme compartir contigo algunos de los valores y principios que definen ese espíritu:
- Respeto mutuo: Los moteros se tratan como hermanos en la carretera. Existe un código no escrito que implica respetar a los demás pilotos, especialmente a los compañeros moteros y sus familias. Saludarse al cruzarse, no menospreciar las motos de otros, y prestar auxilio cuando se necesita son parte de ese respeto.
- Protección y seguridad: El verdadero motero siempre rueda bien protegido. Llevar casco homologado y vestir las mejores prendas posibles es fundamental. Además, la moto debe estar en perfectas condiciones, con neumáticos bien cuidados para evitar accidentes.
- Concentraciones y camaradería: Rodar en grupo y participar en concentraciones moteras es una forma de vivir el espíritu motero al máximo. Estos eventos reúnen a motoristas de todo el mundo, creando una hermandad universal.
- Respeto por las normas: El espíritu motero implica respetar las señales de tráfico y las normas de circulación. Salvaguardar la vida es esencial para mantener viva la pasión por las dos ruedas.
Si eres un novato en el mundo de las motos y sientes que has adquirido ese espíritu, te recomiendo asistir a alguna de las concentraciones moteras en España. Allí podrás sumergirte en la comunidad motera y dejarte llevar por la pasión y la camaradería.
¿Cuál es el verdadero espíritu motero?
Buena pregunta, pero posiblemente hay más de una respuesta. Algunos dirán que son aquellos que usan su moto diariamente, para todo, independientemente de las condiciones que reinen fuera. Otros, salir a dar una vuelta sin rumbo fijo y sin importar el destino, sino los lugares por los que trascurrirá el viaje.
En mi caso, el verdadero espíritu motero es esa afición que nos une y que nos hace ser solidarios con los demás, independientemente de quien sea. Saludarnos mutuamente al cruzarnos (incluso si el que circula al otro lado va en scooter), parar a ayudar a quien lo necesita, etc… Estos pequeños gestos nos hacen ser moter@s.
En general los moteros tenemos un fuerte sentimiento de pertenencia de grupo, somos solidarios, pero ciertamente últimamente cada vez menos, nos gusta disfrutar de nuestras motos, nos encanta movernos en grupo (por una parte, porque es más divertido y por otra por motivos de seguridad en caso de accidente), pero también movernos en solitario, somos polivalentes en ese sentido.
Personalmente me encanta rodar en grupo, algo que hago con frecuencia, me encanta viajar con mi fiel compañera de dos ruedas, rodar en circuito, salidas de fin de semana, moverme por la ciudad y en mi caso, probar muchas motos y transmitir mis sensaciones.
Moverse en moto tiene sus ventajas e inconvenientes, tienen un cierto peligro en su uso, todos estamos expuestos a una caída, pero lo que nos afecta de forma constante es la falta de habilidad y la insensatez de quien conduce un coche, como se diría en una guerra “son el enemigo que batir” las motos somos vulnerables, eso es así. Cuando pilotamos nuestras motos, siempre debemos hacerlo relajadamente y con todos los sentidos en máxima alerta, pensemos que nos va la vida y no porque nos la juguemos nosotros, que también, sino que la ponen en riesgo otros conductores usuarios de la vía.
Como se ha comentado, el espíritu motero nos debe llevar a extremar la seguridad en nuestro pilotaje y sobre todo a utilizar equipamiento de seguridad SIEMPRE, casco, chaqueta, guantes, botas o calzado alto, pantalón con protecciones, etc… esto no es un consejo baladí, esto es una realidad, lo comento por experiencia en mis carnes, si no hubiese utilizado siempre equipamiento motero, ahora no estaría escribiendo estas líneas.
Para seguir gozando de ese espíritu motero, debemos pilotar con la cabeza fría, siempre aprendiendo y educando a nuestro subconsciente en todas las situaciones de normalidad o peligro, no debemos pensar que nuestro nivel es alto, debemos ser conscientes que cada día se aprende y nadie nace aprendido, y, ese tipo de pensamiento que a veces escuchamos de “no hay problema yo domino”, es un comentario egoísta y los egos matan, siempre debemos ser humildes con nosotros mismos y con los demás.
Si eres novato y cada día te gusta más pilotar tu moto, aprende de los demás, pero escoge quien te enseñe, porque fantasmas los hay y cada día salen a pasear, busca una rueda o un piloto que de verdad te enseñe y explique, este vera tus virtudes y tus defectos y los podréis solucionar, si lo que deseas es aprender sal con moteros que te enseñen y no quieras superarlos al primer km, aprende y luego practica lo enseñado y práctica, práctica… una y otra vez, hasta que tu subconsciente asuma esas sensaciones y las realices de manera automática, te aseguro que aprenderás.
Los que ya nos salen los km por las orejas, también debemos aprender de otros pilotos, pues como ya he comentado, cada día se aprende y hay detalles o costumbres de pilotaje que no son los más correctos, si no te hacen ver tus errores difícilmente podrás corregirlos y pilotar mejor al tiempo que disfrutando.
Se consciente de tu nivel, no busques los limites de tu moto o los tuyos, no pilotes al 120×100, es un mal nivel, busca tu ritmo ideal cuando te muevas por la carretera, no te piques con otras motos, tiene un final nada agradable, pilota al 90% de tus posibilidades, pilota relajadamente, busca los límites pero siempre dejando un buen margen para imprevistos, pilota siempre alerta, los que pilotan como autómatas son carne de cañón, tu vista siempre debe estar en movimiento, debes ver todo lo que se mueve a tu alrededor y tenerlo bajo control, aprende a trazar curvas y también practica las frenadas, tu debes ser quien controla la moto, no la moto a ti o dejarse llevar por ella.
Si queremos disfrutar toda la vida de nuestra moto, aplica sentido común, aprende y práctica, te aseguro que disfrutaras de la libertad y el placer que te da una moto, te sentirás feliz y veras la vida más bella.
Cuando pilotes en grupo, no excedas tus límites.
– Pilotar más rápido de lo que eres capaz de hacer confortablemente es excitante, ¿verdad?, pero también es estúpido. Abandonas y superas tus límites de seguridad para pilotar cerca o por encima de tus límites.
– Se puede aprender mucho siguiendo a otro piloto, pero asegúrate de que estás siguiendo a alguien del que puedes aprender algo.
– No intentes seguir a alguien si no lo puedes hacer confortablemente. Déjalo, ya lo cogerás después.
– Del mismo modo, vigila a los pilotos menos experimentados que van fuera de límites para seguirte.
– Probablemente no quieras perder prestigio, probablemente no quieras perderte, pero hay una gran tentación en seguir a los que van más rápido de lo que tú puedes ir confortablemente. No cedas ante la tentación.
By MAYAM