YAMAHA MT10 GT
Yamaha ha dotado a esta MT10, de un paquete de accesorios que la convierten en una moto más utilizable y polivalente, con versatilidad y funcionalidad, dotándola de un paquete de accesorios, como la pantalla sobre elevada, el asiento más confortable, maletas laterales semirígidas, y el soporte para el navegador, la versión incluye de serie, un escape Akrapovic.
La Tourer Edition ofrece una sensación de pilotaje emocionante, gracias a su motor de cuatro cilindros en línea derivado de la R1, una ergonomía relajada y natural, y una electrónica al servicio del piloto.
La MT-10 es una moto única, por su imagen y tendencias. A pesar de su poderoso motor derivado de la R1, la MT-10 es una moto 100×100 utilizable para el día a día. Sus 160cv son dulces en su utilización. La potencia es dosificable, permanente y precisa, un motor que siempre está en un buen punto de utilización y una parte ciclo, desarrollada para divertirse, disfrutar y ser feliz, es una moto ágil y cómoda en cualquier trazado por donde nos movamos.
Esta naked, hereda los genes, la tecnología y prestaciones de su hermana “R”, es una hypernaked deportiva y una de las más efectivas del mercado actual. Su chasis y suspensiones son similares a su hermana más deportiva y hereda su motor, adaptado a la nueva filosofía, a la que va dirigida.
La estética de la MT-10, puede gustarte a no, pero debemos reconocer que es rompedora, no se le puede negar su deslumbrante personalidad. La cúpula sobre elevada, los protectores de puños y las maletas laterales, no hacen más que acrecentar ese aspecto gamberro de una moto sin límites.
Nos aducimos a su asiento y poner en marcha su motor, ya te pone la adrenalina al nivel superior nada más cobrar vida. Su ronroneo ya nos advierte que la diversión está a punto de producirse.
Y señores llegó el momento de hacer lo que mejor sabe hacer esta MT10, el chasis deltabox de aluminio, es imperturbable en cualquier situación, siempre sientes su rigidez y su robustez, aunque le exijas, siempre da un comportamiento noble.
Las suspensiones con los reglajes de serie, se muestran afectivas, aunque en algún momento hubiese preferido más reglajes de la misma, aunque es una cuestión personal, porque me gustan las suspensiones tirando a duras, aunque permite modificar y ajustar todos los parámetros posibles.
Los mapas de potencia, con tres niveles “STD” estándar, “A” sport y “B” supersport, para gestionar la caballería disponible, en función de tu estado de ánimo o de la carretera. La cantidad de potencia de su motor, es interminable. En modo “STD”, más pensado para moverse por la ciudad, más relajado con el gas aprovechando el par motor, en la zona baja y media de rpm. En el modo “A” las aceleraciones son más excitantes, y todo se mueve más deprisa. El modo “B” ofrece una excitación que te durará unos cuantos días.
Sacarle todo el potencial a esta hypernaked, está al alcance de pilotos experimentados, además ir al límite con ella exige esfuerzo. Debemos ser dulces y cuidadosos con el gas o nos llevaremos más de un susto, en más de una ocasión la rueda delantera, se puso cara al sol.
Es una moto que requiere un pilotaje con determinación, aunque es una moto de reacciones nobles, siempre que tengamos experiencia, en este tipo de moto y su caballería. Rodar con ella por nuestras carreteras de pruebas y alguna excursión media, siempre ofrece satisfacción.
La entrega de potencia lineal y continua, es una de las mejores virtudes de la MT-10. En tramos revirados demuestra sus genes deportivos, hacer curvas y enlazarlas con solo pensarlo. El cambio rápido y el embrague asistido, te obligan, por placer, a mover las marchas, pero si nos moderamos puedes pilotar la MT10, usando poco el cambio, eso se llama elasticidad y esta moto la tiene.
Dispone de amortiguador de dirección, control de tracción, embrague anti rebote y un equipo de frenos, de los de salirse los ojos al frenar. El chasis y la parte ciclo, de esta moto, es buena, posee una capacidad de digestión y empuje, de muy alto nivel, puedes exprimirla a tu antojo, hasta que destella la “luz blanca” del avisador de sobre régimen…, no te das cuenta de lo que roscas, hasta ver la luz.
Las ayudas electrónicas hacen su trabajo y se encargan de minimizar tus fallos de pilotaje. La MT10 GT, es capaz de adaptarse a tu estado de ánimo, el lado salvaje o el lado tranquilo, siempre da lo mejor de sí misma, para nuestro disfrute.
Una segunda opinión…
Poder contar con la opinión de mi compañera Mayte, para probar está Yamaha MT-10 Tourer Edition, es un placer y otro punto de vista, como siempre: “Mayte, dice: el aspecto de la moto es transgresor y diferente, pero la ergonomía de pilotaje, es buena. Es una moto alta, pero a todo nos adaptamos, cuando hay ganas e ilusión”.
“Es una moto con una potencia dosificable, puedes moverte en plan tranquilo, pero cuando abres gas con decisión, agárrate, porque sales por el colín, sus 160 cv, se notan y empujan, están bien alimentados, los condenados, a nivel de chasis es noble, la electrónica salvavidas, siempre está alerta, así como unos frenos muy dosificables y potentes. Mi veredicto sobre esta máquina, es que quiero una, ya, me ha gustado en muchos aspectos y no le encuentro defectos de importancia, para mí como mujer, el peso es un pequeño inconveniente, pero, cuando te mueves con ella, es un delicia, potente, ágil, rápida, me ha gustado”.
Con esta versión de la MT10 Tourer Edition, Yamaha ha creado una moto polivalente. No echarás en falta potencia, ni frenos o un chasis más rígido. Es una de las motos más cómodas de su categoría.
Una gran moto para viajar, fiable, robusta, potente, ergonómica, ágil, etc… la capacidad que te ofrece esta moto, de hacerte olvidar la rutina diaria, es grande. Cuando la pilotas la adrenalina fluye a raudales, no hay “peros” para disfrutar de sus virtudes, es una moto que desde el primer momento que la vi en el EICMA, me sedujo y cuando la pude probar, con su comportamiento dulce, cercano o pasional, me enamore perdidamente de ella, pero hay vida más allá de esta MT10.
KTM 1290 SUPER DUKE GT
La segunda generación, de esta moto, es la que hemos probado en las carreteras de montaña que más nos hacen disfrutar, y la hemos podido comparar con la MT10, para sacar conclusiones, a la espera de poder probar la versión 2020, que está a punto de aparecer en los concesionarios de la marca.
La KTM 1290 Súper Duke GT, es más divertida que la primera versión, resultando más dinámica y poderosa, más refinada que su predecesora. Te voy a explicar las razones.
Por un lado está el componente estético. Esta versión, del estilo de Kiska Design, con la nueva pantalla, con su nueva forma, protege bastante más que la anterior cuando ruedas a elevada velocidad. Permite regularla la pantalla con una mano, incluso en marcha. Resulta relajado rodar entorno a 160 km/h con el V-Twin girando a unas 6.500 rpm, con un mínimo choque del viento y un ruido nada excesivo.
Los laterales del depósito de esta versión 2019, protegen en mayor medida,
aunque la capacidad de 23 l. no ha variado.La verdad es que solo
necesitas la llave para abrir las maletas, ni siquiera para echar gasolina.
También incorpora una toma USB en el compartimento izquierdo para recargar el
móvil.
El rediseño también incluye el faro LED, tanto en el principal como en las
unidades de tipo DRL, y los intermitentes son auto cancelables. También encontramos asimismo luces LED «cuneteras»,
con tres niveles, en función del ángulo de inclinación. Se activan mediante un
sensor específico del que dispone la ECU Keihin. Es útil no solo por la noche.
La instrumentación con una pantalla TFT
de distinta configuración cuando se rueda por la noche y por el día.
CÓMO ES LA KTM 1290 SUPER DUKE GT
La KTM 1290 Súper Duke GT, comparte el chasis pintado en naranja con la Súper Duke R, y se presentan dos combinaciones de color, blanco/naranja y negro/naranja. Las cotas de dirección son idénticas a la versión anterior, con 24,9º de lanzamiento, 107 mm de avance y 1482 mm entre ejes. El subchasis es más largo y robusto que en la versión R, para ofrecer más espacio al acompañante, también monta por la derecha un escape 2 en 1 con silenciador más bajo.
Al subirte, es obvio que la altura del asiento es bastante elevada. No obstante, a pesar de sus 835 mm, ofrece un amplio espacio disponible. Las estriberas quedan lo suficientemente retrasadas para no rozar con facilidad en el asfalto, pero tampoco tanto como para que lleves las rodillas muy flexionadas, sobre todo en recorridos largos. Esta sensación de moto espaciosa se extiende al ancho manillar de una pieza montado sobre tijas triples. La postura de pilotaje es bastante deportiva en cualquiera de las cuatro opciones de posición que ofrece. Su diseño más plano que en la Súper Duke R, permite un pilotaje más erguido y relajado.
Para tener protegidas tus manos del frío, incluye de serie protectores y unos puños calefactables. Por otro lado, tanto el freno delantero como el embrague (hidráulico) cuentan con manetas regulables en distancia.
El asiento es muy confortable y su aspecto resulta espectacular, en ambos aspectos mucho mejor que el anterior. Un detalle a resaltar es que la moto no presenta ningún componente extraño a la vista cuando ruedas sin las maletas montadas.
La pantalla TFT de 6,5 pulgadas en color, con su visión perfecta, aún cuando la luz del sol incida directamente sobre ella, y permite una opción más adecuada para carretera y otra más indicada para circuito. Me encanta cómo cambia de color a medida que suben las rpm. El corte de encendido se encuentra en las 10500 rpm, 500 rpm más arriba que antes. Para moverte entre las opciones de su instrumentación, manejas los pulsadores de la piña izquierda, por cierto, retro iluminada. Aquí se sitúa ahora en pulsador de control de crucero, antes a la derecha. Mucho mejor ahora. Y mediante la descarga de la app KTM MY RIDE en el móvil puedes transformar la pantalla TFT en un navegador.
La KTM 1290 Súper Duke GT, dispone de una evolución de las suspensiones semiactivas WP, con tres modos de pilotaje, Comfort, Street y Sport. La centralita SCU (Suspensión Control Unit) recoge información de los sensores y acelerómetros situados, tanto delante como detrás, para gestionar el funcionamiento de la horquilla invertida WP de 48 mm y del mono amortiguador trasero, adaptando la respuesta en función de las preferencias de cada piloto. Me gusta mucho cómo funcionan en la versión anterior, pero reconozco que ahora lo hacen incluso mejor. Vas como flotando sobre el asfalto de una manera inesperada, porque aunque ves los baches, apenas los sientes. Se ha trabajado sobre el software con diferentes algoritmos, manteniéndose el recorrido en ambos ejes (125 mm delante y 156 mm detrás). Asimismo, la precarga se puede variar desde la instrumentación eligiendo entre las opciones piloto solo, con o sin maletas, o acompañado con o sin maletas.
Brembo firma el equipo de frenos, al igual que en la Súper Duke R. Delante exhibe sendas pinzas monobloque en disposición radial de cuatro pistones que actúan sobre discos de 320 mm de diámetro, apoyado por un disco de 240 mm detrás. El ABS es obra de Bosch, con una unidad 9ME de cuatro modos de respuesta (Street, Sport, Rain y Supermoto) y dispone de intervención especial en curvas.
El motor es la última generación del V-Twin a 75º LC8 de 1301 cc, con diferente puesta a punto respecto a la versión R. Las válvulas de admisión están fabricadas ahora en titanio. Al pesar menos, permiten ese aumento de 500 rpm en el régimen máximo. También se presentan nuevas cámaras de resonancia en el escape de acero inoxidable. Suena muy bien, con poderío, aunque lógicamente contenido. La potencia ha aumentado un par de CV hasta los 175 cv a 9750 rpm, pero la principal diferencia estriba en cómo entrega esa potencia. Si la comparas con el motor de la Súper Duke R de 177 cv del que deriva, el de la GT, resulta más sólido a lo largo de toda la curva de potencia. El par máximo se cifra en 141 Nm a 7000 rpm.
Para estar a la altura de estas cifras, se instala un juego de neumáticos Pirelli Ángel GT, que ofrecen una buena combinación de agarre y duración, así como un sistema de control de tracción de nueve niveles. En los modos 1 y 2 es totalmente adictivo. No en vano, la KTM 1290 Súper Duke GT, es una sport-turismo con mucha personalidad y la entrega hasta las 4000 rpm es más sólida que antes. Una clave es el nuevo cigüeñal 0,5 kg más pesado. Al haber más masa en movimiento, la sensación de par es mayor y el motor gira con más suavidad. El eje de equilibrado no se ha modificado y hace un gran trabajo para mantener las vibraciones bajo control.
CÓMO VA LA KTM 1290 SUPER DUKE GT
El resultado es que la KTM 1290 Súper Duke GT es una devoradora de km, con un apetito insaciable de prestaciones hasta el corte de encendido.
Montañas de par están disponibles en tu puño derecho, aunque se gestiona sin esfuerzo, porque no hace falta jugar en exceso con la caja de cambios. Y es una pena, porque el funcionamiento del «quickshifter» es impecable, así como el sistema de freno motor MSR. Solo es aconsejable cambiar de forma tradicional por debajo de las 2.000 rpm. Las relaciones de cambio no se han variado y se presenta como opción un sistema de asistente en pendientes «Hill Hold Control» que funciona muy bien.
KTM modificó la ECU Keihin, en 2019 para incorporar los últimos cambios en el encendido (de modo que se consigue una respuesta más suave, pero también más poderosa a bajas rpm), los ingenieros de KTM han logrado también mayores dosis de músculo a medio régimen, en busca del corte de encendido a 10500 rpm. En este punto, el acelerador electrónico hace que cese el aumento de régimen en lugar de ejecutar un corte brusco de rpm. En el otro extremo de la curva de potencia, sale con fuerza desde 1500 rpm y recobra impulso a solo 4000 rpm, en modo Sport (el modo Rain se limita a 100 cv y el resto alcanzan la potencia máxima, aunque con diferentes entregas).
Te invita a rodar en cuarta durante kilómetros y kilómetros, en carreteras secundarias. Aquí se destapa como una auténtica rutera con pretensiones deportivas, una verdadera sport-touring, siempre al dictado de tu mano derecha. Claro que siempre puedes bajar una o dos marchas y lanzarte al hiperespacio, pero en la práctica jamás lo necesitarás.
A pesar de sus extraordinarios datos de par y potencia, y de las aceleraciones que es capaz de alcanzar a elevadas rpm, la KTM 1290 Súper Duke GT no es brusca en la primera apertura del gas, tras salir de una curva muy cerrada. Esta respuesta está presente incluso en el modo Sport. En el modo Street, para alcanzar sus mismas prestaciones necesitas girar más el puño derecho. Más suave aún es la respuesta en modo Rain, aunque no la utilizamos en la prueba. Para ello dispone de un paquete opcional que permite adaptar la electrónica para beneficiarte de programas de control de salidas, ajuste de derrapajes, tres modos de respuesta de acelerador y anti-caballitos, con posibilidad de desactivación.
La KTM 1290 Súper Duke GT es un ejemplo perfecto de moto cómoda muy capaz de resultar más que divertida en curvas, con la que puedes realizar largos viajes sin renunciar a prestaciones muy serias. Diría que se trata de la sport-turismo más radical del momento. Su motor es bestial y su manejabilidad sorprendente en terrenos revirados.
Esta versión de la KTM 1290 Súper Duke GT, ha mejorado a la versión anterior, que ya era un maquinon, se ha conseguido más finura en el manejo general.
La potencia ha aumentado, aunque es difícil notar la pequeña diferencia de caballos, entre versiones, pero se debe reconocer que la versión actual entrega la potencia de forma más contundente y segura, aunque la curva de potencia no ha cambiado en general, si que se percibe ese pequeño plus de caballos.
En general es una moto adictiva y en la que te subes y no quieres parar, ni para repostar, gracias a su depósito de 23 l., este extremo se cumple, ya que su autonomía es buena.
Mi compañera Mayte, opina:
“Una moto que no fatiga en exceso, es cómoda, con una protección aceptable y una postura de pilotaje que podemos adaptar a nuestros gustos y características”.
“Si lo que buscamos con ella es realizar viajes, de todo tipo, es la moto perfecta por capacidad de carga y accesorios para ello, nos permitirá realizar grandes kilometradas sin esforzarnos, ya sea en solitario o en pareja, perfecta”.
“Pero también, tiene su lado gamberro, porque si lo que queremos en volar bajito, esta moto es perfecta, permite mantener ritmos altos, no lo siguiente, con total seguridad y disfrutando como loc@s, posee una estabilidad, aceleración, motor, suspensiones, electrónica, frenos, cambio, luces, etc., geniales, no tienes que estar pensando en que actitud debes adoptar en su pilotaje, tan solo debes leer la carretera y dar gassss. Quizá al haber probado la KTM, tras la Yamaha, me ha sorprendido más, ya que la KTM, con su ligereza y agilidad y su motor bicilindrico, para mí, muestra un empuje y par, que te transporta a tus mejores sueños y me gusta soñar, despierta”
Los nuevos colores y decoraciones, son bonitos, tengo claro que no ha todo el mundo está moto les gustara, para gustos los colores, pero deberíais probarla, porque seguro que os enamorara, no hay en el mercado actual, nada parecido, lo digo con conocimiento de causa, ya que he probado casi todas sus competidoras y ninguna es tan perfecta, como esta KTM 1290 Súper Duke GT, una moto con la que disfrutaras y serás súper feliz.
OPINION
Mi opinión, es un tanto parcial, pero es cierto que cualquier de estas dos motos, me han enamorado, cada una con sus encantos, la Yamaha con su potente motor, buenos frenos, suspensiones, ergonomía y su feling de tetracilindrico. La Katy con su electrónica, su potencia, su motor bicilindrico adictivo, su aceleración, suspensiones, frenos y ergonomía, casi perfecta, siempre hay algún factor que no se cumple al 100×100, en la Yamaha, no me acaban de convencer sus suspensiones, ya que de entrada las debes poner a tu gusto y eso no es fácil, lo contrario que la Katy, que no te debes preocupar de ponerlas a tu gusto, porque ya lo hace la electrónica, en la Yamaha, la electrónica no es del mismo nivel que la Katy.
En cuanto a pilotaje, considero que la Katy, es más intuitiva, más enérgica en todo el rango de par, el bicilindrico, aquí, le gana al tetracilindrico, las sensaciones del “bi” son más intensas y más notorias, no necesitas tantas rpm, para conseguir el objetivo, el “tetra”, necesita más rpm, para conseguir lo mismo, lo que te obliga a usar más el cambio.
Ambas motos, son adictivas, perfectas para moverte por el mundo, a lo largo y ancho del mismo, son cómodas de uso, descansadas, con buena autonomía, más la Katy, una buena dinámica general, con una imagen rompedora, en ambos casos.
Con un precio parecido, un poco menos la Yami, pero la Katy con mayor equipamiento y electrónica.
By MAYAM